Daniel Gómez (ALN).- El motor de la integración en Latinoamérica es el diálogo. Eso dice el expresidente español, quien pide a Madrid y a Bruselas humildad. “Humildad para liderar la capacidad de diálogo en un momento de gran confrontación”.
“Vivimos tiempos en los que el diálogo como gran categoría política empieza a estar criminalizado”. Es el diagnóstico de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España, invitado este viernes a un acto en la Casa de América de Madrid en el que se habló de integración iberoamericana.
Zapatero piensa que las democracias latinoamericanas han madurado. Por eso el siguiente paso es la integración. Una integración que debe construirse en base al diálogo, la humildad y el respeto.
Insiste en la integración porque vuelven a surgir dudas sobre la estabilidad de la región, tras la elección de Andrés Manuel López Obrador en México, la más que probable llegada a la presidencia de Jair Bolsonaro en Brasil. Y la situación turbulenta que viven Argentina y Venezuela.
“Vivimos tiempos en los que el diálogo como gran categoría política empieza a estar criminalizado”. Es el diagnóstico de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España
“Vivimos un momento de confrontación. Brasil es el escenario. He estado en Brasil y la radicalidad es extraordinaria y preocupante. El momento de confrontación está ahí. También está Argentina. Venezuela. México. Queremos que la alternancia derive en estabilidad y no en confrontación como en Argentina”, explicó.
Para el expresidente, “la idea de unidad debe ser más poderosa”. En especial en una región como la latinoamericana que tiene mucho en común. Desde idioma hasta la cultura.
“El continente latinoamericano está sometido a una batalla política entre China y Estados Unidos. La mentalidad EEUU no es la que más atrae en Latinoamérica, ni tampoco la China es la que más atrae”, explicó.
Y ante este panorama, es donde España, acompañada POR la Unión Europea, debe tomar el liderazgo de la integración de Iberoamérica través de diálogo.
Pero debe hacerlo con la UE. Una unión de la que ahora Zapatero recela. Recuerda que ha sido un continente históricamente marcado por el conflicto. “Desde el Imperio Romano hasta la Segunda Guerra Mundial hemos estado en guerra peramente”.
Y este recuerdo va ligado con su crítica, pues piensa que la postura de Bruselas con Latinoamérica, más castigadora (y proclive a las sanciones) que dialogante, no es la adecuada.
“Discrepo de muchas aproximaciones que se hacen desde ese punto de vista etnocentrista europeo en el que nos dedicamos a dar lecciones y a juzgar lo que se hace en Latinoamérica. Sólo hay que ver las resoluciones del Parlamento Europeo. No se comprenderá a Latinoamérica sino es así. Pido humildad y respeto”.
Humildad y respeto que la Unión Europea, junto a España, lideren la integración latinoamericana que pide Zapatero, y “su compañero de aventuras” Ernesto Samper, expresidente de Colombia, quien le acompañó en el coloquio de Casa de América.