Daniel Gómez (ALN).- Leopoldo López Gil ya comenzó a trabajar como eurodiputado. Como el primer eurodiputado venezolano de la historia. Después de celebrar con el PP en Génova, de conversar hasta tarde con su hijo, y de llevar temprano a sus nietos a la escuela, López Gil se reunió con la eurodiputada Beatriz Becerra, para continuar su lucha desde la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. “Quiero seguir adelante la tarea que ella comenzó”, declara a ALnavío.
El primer eurodiputado venezolano de la historia ha dormido poco este lunes. “Me acosté más allá de lo recomendable. Y me levanté muy temprano para llevar a los nietos a la escuela”, cuenta a ALnavío quien ocupa el escaño número 12 del Partido Popular, Leopoldo López Gil.
López Gil se fue a la cama tarde. Celebrando el resultado de las elecciones este domingo. Primero con los compañeros del PP, y luego con su hijo, el opositor venezolano Leopoldo López, quien se encuentra en la embajada española en Caracas.
“Estuvimos hablando mucho. Me dijo que está bien. Muy ilusionado. Contento. Al principio la conversación fue una celebración y luego nos pusimos serios digiriendo lo que esto significaba, así como discutiendo el plan de acción a futuro”, comenta.
“Aspiro a tener un papel más destacado en esta área. Tratando el tema de los derechos humanos en Venezuela, y también en Cuba, Nicaragua y en el resto de países del continente y del mundo donde se conocen violaciones”
¿Cuál será ese plan? La prioridad de López Gil será vincularse a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. “Aspiro a tener un papel más destacado en este área. Tratando el tema de los derechos humanos en Venezuela, y también en Cuba, Nicaragua y en el resto de países del continente y del mundo donde se conocen violaciones. Trataré de aportar mi experiencia en aquellos que conozco mejor que son desde luego los de América del Sur”.
López Gil dice que su filosofía será la de “trabajar, trabajar y trabajar”. De hecho, pese al cansancio y las pocas horas de sueño, este lunes mantuvo su primera reunión de trabajo. Fue con la todavía eurodiputada Beatriz Becerra.
Becerra no participó en las elecciones del domingo, por lo que no renovará el escaño. Tampoco el puesto como vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. Aun así, López Gil quiere que le asesore en su aventura en Estrasburgo.
“Esta mañana estuvimos comentando toda la ruta. Espero contar con su guía y su apoyo porque el trabajo que Beatriz Becerra realizó para Venezuela fue importantísimo. Quiero seguir adelante la tarea que ella comenzó”, dice.
La celebración en Génova
López Gil también admite que pasó nervios el domingo. “Por las encuestas sabíamos que mi escaño iba a estar muy disputado”. Los sondeos publicados a pie de urna situaban al PP en la horquilla de 10-12 diputados. Finalmente, con 4,5 millones de votos, y 20% del apoyo, los populares lograron 12 parlamentarios.
López Gil supo que le correspondía el escaño 12, su escaño, pasadas las 11 de la noche. Estaba en la sede del PP en Madrid, en la calle Génova, cuando desde el Ministerio del Interior, con 80% del escrutinio, comunicaron los resultados de las europeas.
De los nervios pasó a los vítores. Unas celebraciones que se sucedieron a lo largo de la noche, mientras en Génova se veía cómo el PP, pese a perder votantes, mantenía el poder en la Comunidad de Madrid y recuperaba el Ayuntamiento apelando a futuros pactos.
“Sin duda Génova estaba muy alegre. El triunfo en Madrid fue importantísimo. También el número de eurodiputados que conseguimos. Muchas de las alcaldías logradas también dieron felicidad, como el caso de Málaga. Había razones para estar alegres anoche”, comenta López Gil.
Un icono de la causa venezolana en España
Era diciembre de 2015 cuando obtuvo la nacionalidad española. Estaba en funciones el gobierno de Mariano Rajoy, mientras López Gil y su esposa, Antonieta Mendoza, sufrían el acoso del régimen de Nicolás Maduro.
Ante esta situación, el entonces ministro español de Justicia, Rafael Catalá, quiso protegerles y propuso un Real Decreto para concederles la nacionalidad por carta de naturaleza. Esta vía se otorga mediante un Real Decreto a consecuencia de “circunstancias excepcionales”. La persecución a la que estaban sometidos López y Mendoza lo era.
Ya con la nacionalidad, López Gil se convirtió en referente. En el máximo exponente de la casusa venezolana en España. Una causa que con los años se ha hecho más y más masiva a causa del éxodo. En este momento, son más de 400.000 los venezolanos que residen en España. Más de 100.000 los que tuvieron derecho a voto.
Desde Madrid, capital del éxodo, López Gil se convirtió en la voz de los venezolanos del exilio. Una voz política. Y también la voz de un padre que sufre por la integridad de su hijo en un régimen conocido por maltratar a los presos.
La lucha de López traspasó las fronteras de la capital. Lo comprobó estas últimas semanas haciendo campaña con el PP. Recibió el calor de los venezolanos en tierra de migrantes, como Galicia, Asturias y Canarias. Y para su sorpresa, también en lugares como las Baleares, donde quedó sorprendido por la gran comunidad venezolana del lugar.
Sin duda que para lograr la plaza en Estrasburgo contribuyeron venezolanos que eligieron al PP por la mera presencia de López Gil en las listas. Ahora como electo, su misión será lograr que se impulsen más sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro. Y, sobre todo, dejar claro por qué es importante para Venezuela que la Unión Europea se alinee plenamente con la ruta del Presidente Encargado, Juan Guaidó.