Redacción (ALN).- “La ausencia de ahorros en la mayoría de la población es un factor preocupante en condiciones normales, pero en la crisis actual generada por el covid-19 puede suponer la movilidad social descendente de millones de personas en muy poco tiempo”, dijo el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en un reciente informe.
Si hoy se quedara sin trabajo, ¿hasta cuándo alcanzarían sus ahorros?
Si usted vive en Latinoamérica y resiste más de seis meses con lo ahorrado, enhorabuena, pertenece a un exclusivo grupo. Sólo el 10% de la región podría aguantar en esas condiciones.
Lo normal es que aguante un mes, o quizá algo más. El 30% de los latinoamericanos aguantaría entre uno y menos de tres meses. El 25% aguantaría como máximo un mes. Y el 15% apenas tendría dinero para subsistir una semana.
Son datos que comparte una reciente investigación de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
“La ausencia de ahorros en la mayoría de la población es un factor preocupante en condiciones normales, pero en la crisis actual generada por el covid-19 puede suponer la movilidad social descendente de millones de personas en muy poco tiempo”, dijo el organismo.
Lo llamativo del estudio es que la falta de ahorro entre los latinoamericanos no es un problema socioeconómico, no tiene que ver con los altos niveles de desigualdad, ni con los sectores más pobres. No. Está relacionado con un asunto cultural.
Según el Global Findex, sólo el 11% de las mujeres y el 16% de los hombres ahorran en América Latina. Es un dato inferior a la media de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde ahorran el 50% de las mujeres y el 53% de los hombres, e inferior al de otras regiones en desarrollo como el Este de Asia y el Pacífico, donde ahorran el 36% de las mujeres y el 37% de los hombres.
“Estas cifras indican que la región tiene unos niveles de ahorro inferiores al de las regiones avanzadas y al de otras en desarrollo, como el África Subsahariana. De todas formas, la mitad de los latinoamericanos tiene una cuenta bancaria, un registro similar al de otras regiones en desarrollo como Europa y Asia Central, pero muy por debajo de los países de la OCDE, donde el 95% de los ciudadanos está bancarizado”, comentó CAF.
¿Solución?
La institución cuestiona las medidas tomadas hasta ahora para fomentar la condición económica de los latinoamericanos. Por lo general, las políticas públicas se encaminan al acceso, es decir, a que más personas tuvieran más cuentas bancarias. “El problema es, de nuevo, que no existe una cultura del ahorro demasiado extendida y que aproximadamente el 40% de los latinoamericanos sigue ahorrando de manera informal”.
Como mejorar los niveles de bancarización no parece suficiente, “para aumentar los niveles de ahorro en la región será necesario que la oferta de productos financieros se adecúe paulatinamente a las necesidades de los diferentes segmentos de la población”, dice en el informe Diana Mejía, experta en Inclusión Financiera de CAF. ¿Y cuál es su propuesta?
Además de potenciar la educación financiera, sostiene que es importante conseguir que el ahorro en Latinoamérica sea “atractivo”. Y esto se consigue, apuntó, cuando las instituciones financieras incentiven el ahorro “a través de nuevos productos adaptados a las necesidades de los diferentes grupos poblacionales”.