Daniel Gómez (ALN).- Nicolás Maduro, que acaba de abrir una embajada en Pyongyang, que prometió estrechar las relaciones, que decretó en Venezuela devoción por sus líderes, que cada año envía regalos a Kim Jong-un, todavía no le ha felicitado por el 71 aniversario de la fundación de Corea del Norte.
En la Agencia Telegráfica de Corea del Norte no se dan abasto. La página web está llena de felicitaciones a Kim Jong-un por el 71 aniversario de la fundación de Corea del Norte.
Está el mensaje del presidente ruso, Vladímir Putin; del chino, Xi Jinping; del sirio Bashar al-Assad. El régimen de La Habana también cumplió con el joven dictador.
“Le extiendo a usted, al gobierno y pueblo coreanos, las más cordiales felicitaciones, en nombre del pueblo y gobierno cubanos”, dijo el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
“Les reafirmo la alta prioridad que Cuba concede a las relaciones de amistad con su país, edificada sobre la base de la especial relación entre nuestros líderes históricos y los actuales dignatarios de ambas naciones”, agregó el jefe del todopoderoso Partido Comunista en Cuba, Raúl Castro.
Todos cumplieron, pero falta Nicolás Maduro. ¿Se habrá perdido la misiva? De Caracas a Pyongyang es un buen trecho y ahí puede estar la explicación. No se entiende que Maduro se haya olvidado de Kim Jong-un ahora que sus relaciones están en el punto máximo.
Hace tres semanas Maduro inauguró embajada en Pyongyang. Allí estuvo el vicecanciller del régimen para Asia, Rubén Darío Molina, quien, tras conversar con altos funcionarios de Pyongyang, prometió estrechar relaciones con Corea del Norte.
Antes de Rubén Darío Molina estuvo el hijo de Maduro, Nicolasito Maduro Moros, como líder de una delegación de jóvenes del PSUV, el partido chavista. En un auditorio abarrotado, se rindió en elogios a Kim Jong-un y puso a Corea del Norte como ejemplo de resistencia. Ejemplo incluso para Venezuela.
Desde que Maduro llegó al poder, el régimen se ha ido acercando a Corea del Norte. Abrieron una embajada en Caracas en 2015. Maduro se comprometió a celebrar todas las fiestas norcoreanas en Venezuela. Publican libros exaltando a los dictadores norcoreanos. Su número dos, Diosdado Cabello, mantiene reuniones con el embajador de Corea del Norte, Ru Sing Gil, y con otras autoridades de Pyongyang que han ido de visita al país.
Se sabe, por la Agencia Telegráfica de Corea del Norte, que Maduro también le envía cada año regalos a Kim Jong-un. El último se lo entregó en julio. Pero falta la felicitación por el aniversario de la dictadura. Quizá la carta se extravió por el camino.