Caleb Zuleta (ALN).- Al final el empresario español que alertó al empresario venezolano sobre Pablo Iglesias, tuvo razón. Entonces todavía el líder de Podemos no era vicepresidente del gobierno de Pedro Sánchez. Pero ya en diciembre, cuando los empresarios se dieron cita, el español temía por la influencia que pudiera ejercer Iglesias en el Ejecutivo de Sánchez.
Las vueltas del camino. La prensa da cuenta de las tensiones internas en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Hay una especie de debate abierto sobre quién marca la agenda en el Gobierno. Si es Sánchez o si es Pablo Iglesias. El reciente episodio, todavía en desarrollo, del ingreso vital mínimo, es la señal más clara sobre el problema.
Los voceros de Podemos, o del PSOE, o a veces el mismo Iglesias, o su esposa, ministra de Igualdad, Irene Montero, han dicho que en todo gobierno hay debate. Y los analistas señalan que esa es la naturaleza de todo gobierno de coalición. Debate, contradicciones, tensión, ruptura. El caso es que la polémica existe.
Lo que temía el empresario español era esto. Que Iglesias iba poco a poco a imponerse en el Ejecutivo. Lo que no se sabía es que ese poco a poco iba a ser tan rápido. Y eso tiene una explicación. El coronavirus. La pandemia. La crisis sanitaria en España. La crisis que ha azotado con fuerza a España tanto por la economía como por la sanidad. ¿Quién puede llevarle la contraria a Iglesias en estos momentos?
Ya no es que se apruebe o no la medida del ingreso vital mínimo sino por cómo y cuándo. Y ello depende de quién imponga los plazos y la agenda. Es así como Pablo Iglesias, Vicepresidente Segundo, logró el compromiso de Sánchez de que la medida saliera en mayo pero la presentación y los aspectos se producirían este jueves, detalle que no conocía el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. No lo conocía por lo que declaró en la cadena Ser de que aun se trabajaba en el punto. El no lo sabía pero en cambio Iglesias sí. Al final, el líder de Podemos tuvo que admitir fallas en la comunicación, y señalar que los equipos de su Vicepresidencia y del Ministerio de Escrivá trabajarían juntos en los detalles. La presentación quedaba en suspenso. Pero se vio que Iglesias estaba dominando el ruedo.
Lo que temía el empresario español era esto. Que Iglesias iba poco a poco a imponerse en el Ejecutivo. Lo que no se sabía es que ese poco a poco iba a ser tan rápido. Y eso tiene una explicación. El coronavirus. La pandemia. La crisis sanitaria en España. La crisis que ha azotado con fuerza a España tanto por la economía como por la sanidad. ¿Quién puede llevarle la contraria a Iglesias en estos momentos? La pandemia ha conducido al borde a familias, autónomos, trabajadores, pequeñas y medianas empresas, al empleo, y a los más vulnerables. De modo que la crisis justifica medidas y discursos de esta naturaleza. Y Pablo Iglesias sabe cómo sacar provecho, y sabe cómo tensar la cuerda.
¿Qué es lo que observaba el empresario español en diciembre de 2019? ¿Qué es lo que decía en casa de su colega venezolano? Lo reportó el diario ALnavío entonces: “A un Iglesias manejando el debate interno. “Se va a imponer en el gobierno sobre todos los demás”, dijo. Es que el directivo observa a un Iglesias mejor dotado que Pedro Sánchez y su equipo del PSOE para el debate. Lo ha demostrado”. “Además, no es sólo Pablo Iglesias. Es la mujer. Irene Montero. Que también es muy buena. Juntos harán una llave imbatible en ese Ejecutivo. Él como vicepresidente y ella como ministra”.
Si algo ha quedado en claro en este tiempo de gestión, es la perseverancia de Pablo Iglesias. Ahí va ganando.