Redacción (ALN).- La empresa de fertilizantes Monómeros Colombo Venezolanos es una “joya política” que podría volver a manos de la administración del presidente Nicolás Maduro y en cuyo futuro está inmiscuido el gobierno de Estados Unidos, advierten analistas.
La oposición política al chavismo gerencia desde hace tres años y medio la compañía, mayoritariamente de capital venezolano, luego que el gobierno colombiano desconociera a Maduro como presidente, en enero de 2019. La Casa de Nariño la intervino el año pasado, sin embargo, entre riesgos de liquidez y denuncias de presunta corrupción en su manejo.
LEA TAMBIÉN
Cinco claves de la recuperación económica desigual de Venezuela
La victoria del candidato izquierdista y hoy presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, allana el camino para que Maduro, su aliado y con quien ya ha tenido una cercana relación y conversaciones extensas sobre el futuro de la relación binacional, retome el control de Monómeros, según dejó entrever esta misma semana el líder del Pacto Histórico.
La empresa ha terminado siendo “una de las mayores joyas” de la disputa política de Maduro con sus opositores y los 50 gobiernos que reconocen como presidente encargado de Venezuela al líder del Parlamento electo en 2015, Juan Guaidó, valora el experto en relaciones internacionales y consultor político, Luis Peche Arteaga. Recuperarla abonaría a su reconocimiento, acota.
“Es un activo clave en las relaciones de Colombia y Venezuela. La llegada de Gustavo Petro al poder pareciera indicar que va a haber un canal de comunicación muy fluido con el régimen de Maduro», dijo el consultor político a la Voz de América.
La eventual entrega de la gerencia de Monómeros al gobierno madurista no implica necesariamente una “operatividad inmediata” de la compañía, advierte. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del gobierno de Estados Unidos, OFAC por sus siglas en inglés, ha emitido licencias a favor de la administración de Monómeros por parte de la oposición venezolana para poder exportar sus activos al mercado internacional, recuerda. Washington tendría así que entrar en una ecuación diplomática que involucra a Petro, Maduro y Guaidó.
Peche Arteaga también apunta que la compañía de fertilizantes es “uno de los puntos de más valor” en los intentos actuales de reactivar la negociación en Ciudad de México para destrabar la crisis política de Venezuela, con la facilitación de Noruega, como anhela la Casa Blanca.
“Es uno de los puntos bisagra. Es una de las mayores joyas que podría ofrecer la Plataforma Unitaria para intentar alcanzar concesiones de la administración Maduro en temas políticos o sociales”, como unas elecciones presidenciales justas y libres, asegura el analista.
Objetivo político
El presidente electo de Colombia sugirió este martes en una entrevista con La W Radio que Monómeros debe estar en manos de Maduro para poder tener acceso a la materia prima que produce la estatal venezolana Pequivén, sancionada por Estados Unidos, pero aún bajo la administración de funcionarios chavistas.
La intención, dijo Petro, es tratar de rebajar los precios de los fertilizantes que se usan en Colombia para la agroalimentación en los meses siguientes a su asunción al poder, el 7 de agosto próximo. Para el economista venezolano Luis Oliveros, el regreso de Monómeros a la administración madurista es más probable y solo una cuestión de tiempo.
“Muy posiblemente se la devuelvan a Maduro. Todos sabemos la cercanía de Petro y Maduro y tiene cierta importancia dentro de la producción de alimentos en Colombia. Es un activo importante. Maduro va a volver a controlar Monómeros”, dijo Oliveros a la VOA.
La compañía, con sede en Barranquilla, es “un objetivo político” del Palacio de Miraflores, en Caracas. Estima que la oposición venezolana desperdició la oportunidad de realizar una gerencia marcada por la eficacia, la rendición de cuentas y la transparencia.
Lea la nota íntegra en VOA