Redacción (ALN).- Se está configurando en París, Francia, una relación beneficiosa para múltiples actores del mercado energético y geopolítico de los países de Occidente, entre ellos la sancionada Venezuela, apuntan expertos.
La presidencia de Francia, bajo la guía de Emmanuel Macron, llamó este lunes en la Cumbre del G7 en Elmau, Alemania, a la diversificación de las fuentes de abastecimiento de petróleo, entre los que mencionó a Venezuela e Irán, países a los que Estados Unidos aplicó restricciones financieras desde hace años.
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La compra de crudo venezolano e iraní permitiría frenar el alza de precios de los mercados internacionales. “El petróleo venezolano también debe poder volver al mercado”, manifestó la sede del poder político francés, haciendo votos porque los países productores “bombeen más (sus productos) de forma excepcional”.
Si bien el despacho de Macron acotó que se trata de un asunto que deberá conversar con sus aliados, entre ellos Estados Unidos, esa posible reanudación de comercio energético es “conveniente” para el país suramericano, según el exgerente financiero de la estatal Petróleos de Venezuela, Gilberto Morillo.
El experto comenta a la Voz de América que Venezuela podría tener mejores ganancias de sus cerca de 700.000 barriles de crudo por día si decide no enviarlos a destinos tan lejanos y con altos descuentos, como India o China.
“Para Venezuela, es preferible venderlo a clientes occidentales que le pagarían precio de mercado y no tener que hacer descuentos y enviarlo a lugares lejanos, donde el flete se come parte del precio. Es muy conveniente”, diagnostica.
El envío de entre 200.000 y 400.000 barriles de crudo venezolano a Europa y Estados Unidos podría “ser una contribución” a la cuota de la que urgen esos clientes, anteriormente tradicionales del poder político de Caracas, estima.
Carlos Ñáñez, economista y profesor universitario de economía internacional y teoría política monetaria, explica que la eventual reanudación de compra de crudo venezolano por clientes tradicionales como Francia puede abrir la puerta para aliviar la situación energética “compleja” de Europa por la invasión de Rusia a Ucrania, que derivó en sanciones y vetos a los productos del Kremlin.
Recuerda que la declaración de la oficina de Macron ocurre apenas días luego de que Estados Unidos autorizara el envío de un cargamento de 650.000 barriles de petróleo venezolano a las empresas Eni, de Italia, y Repsol, de España.
A Ñáñez, le preocupa el estado de las refinerías, la capacidad de producción de la industria petrolera y el “músculo técnico” del Estado venezolano para atender de nuevo a clientes tradicionales. “Su capacidad está en franco entredicho”, dice.
La posibilidad que abre Francia nace de la “sequía” de petróleo y buscaría satisfacer los requerimientos de Europa y Estados Unidos, que tomarían una “decisión pragmática” ante Maduro para colmar sus cuotas energéticas, opina.
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