Reinaldo Iturbe (ALN).- La vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, alega que su país forma parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y que tiene derecho a escoger cuál vacuna será aplicada a través del mecanismo Covax, tras recordar los efectos adversos de la fórmula de AstraZeneca en Europa. A Venezuela han arribado 700.000 dosis de Sinopharm y Sputnik-V.
En una comparecencia televisada este miércoles, la vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, reiteró que su país no permitirá la entrega de vacunas de la firma AstraZeneca vía convenio Covax.
Acompañada del canciller Jorge Arreaza, la funcionaria hizo una serie de alegaciones para justificar la posición de la Administración de Nicolás Maduro.
“El 15 de marzo en reunión con el representante de la OPS, le informamos la decisión de no recibir la vacuna AstraZeneca por recomendaciones de los especialistas y lo que expresan informes científicos”, dijo.
Además, argumentó que Venezuela tenía derecho a “escoger” cuál vacuna será aplicada dentro del marco del mecanismo que lleva adelante la OPS.
“Hubo claridad en que Venezuela escogería la vacuna que aplicará a través de este mecanismo Covax”, aseguró.
Según su versión, a Venezuela le bloquearon 7.000 millones de dólares tras las sanciones de Washington a Caracas, que no reconoce a Maduro como mandatario sino a Juan Guaidó, jefe de la oposición y expresidente del Parlamento cuyo período venció el pasado 5 de enero.
Guaidó decidió en una reunión de la legislatura vencida aprobar un Acuerdo “para financiar el acceso de Venezuela al mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de Acceso Global para Vacunas contra la Covid-19”.
El pasado lunes, Rodríguez ya había anticipado la posición de la Administración chavista tras una reunión con Paolo Badelli, director de la OPS.
“Venezuela no dará permiso a la vacuna AstraZeneca para ser utilizada en nuestro país por los efectos que esta tiene en los pacientes”, dijo en ese entonces, según cita de medios locales.
Caracas se ha visto afectada por las sanciones de la Administración Trump a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que ha bloqueado cualquier acceso de Venezuela a financiamiento externo. También ha impuesto sanciones a funcionarios del gobierno de Maduro y ha congelado activos como Citgo, filial de Petróleos de Venezuela. La estatal también ha sido objeto de sanciones, afectando en poco más de un 40% su capacidad de extracción y exportación de crudo, además de la producción de gasolina, pues Trump prohibió la importación de diésel.
En ese contexto y tras el brote de coronavirus que se agravó con la variante brasileña, Venezuela depende de autorizaciones de la OFAC para descongelar activos o importar vacunas.
Sin embargo, Maduro ha dicho que al país ingresaron 700.000 vacunas de tipo Sputnik-V (de Rusia) y Sinopharm (China), países históricamente aliados del chavismo.