Redacción (ALN) .- Michael Penfold, especialista en políticas públicas y planificación estratégica y profesor del IESA, señaló que si las primarias de la oposición «no están bien concebidas pueden hacer mucho daño».
En ese sentido, consideró que esta es la oportunidad adecuada para la renovación de una política; «pero para ello tienen que garantizar la coordinación de todos los partidos y ser lo más amplias posibles».
Michael Penfold también sostuvo que «Venezuela no se arregló», como muchas personas han venido diciendo, «sino que el país mutó».
«¿Cómo se puede arreglar un país con casi 29 por ciento de desnutrición? ¿Cómo se puede arreglar un país que tiene uno desniveles de desigualdad más altos de toda América Latina? Con tasas de embarazo adolescentes verdaderamente vergonzosos», indicó.
A continuación la entrevista exclusiva que ofreció Michael Penfold a Alnavío:
- La oposición está concentrada en el tema de las primarias para elegir al candidato presidencial para 2024. ¿Debe ser esta la prioridad en este momento en el país? ¿Si cree que en esta oportunidad los políticos dejarán a un lado sus propios intereses y se unirán?
Ya casi todos los actores asumen como un hecho que habrá elecciones presidenciales en el 2024 y también las legislativas en el 2025 -al menos que un acuerdo político las adelante o las coloque de forma conjunta lo cual sería un gran logro de la negociación. De modo que no creo que es menor ver como cada vez más actores aceptan ese hito del 2024, pero tampoco creo que es inteligente obviar el tema del 2025. La incertidumbre para todos es qué tipo de elección vamos a enfrentar pero igual pienso que es clave asumir esos hitos como un bloque inevitable y organizarse desde las bases con un nuevo discurso y una narrativa sobre el futuro que esté anclado sobre algunos acuerdos mínimos de carácter programáticos.
En ese contexto las primarias pueden servir pero no garantizan nada por si solas. Y si además no están bien concebidas pueden hacer mucho daño. Yo las veo como una oportunidad para la renovación de una política, pero para ello tienen que garantizar la coordinación de todos los partidos y ser lo más amplias posibles. Barinas fue exitoso porque se fue más allá del núcleo duro de la oposición y se incluyó partidos que hasta fueron expulsados de la MUD.
El sectarismo mata. Además de eso deben generar consenso en sus resultados. Y las primarias no siempre las producen. En ese sentido, me parece acertado de Barboza haberse tomado el tiempo para abrir consultas, escuchar a los ciudadanos, reunirse con sectores que no militan directamente en la Plataforma Unitaria para ver cómo garantiza eso. Tarea nada fácil. Si eso no sale bien, habrá muchos candidatos de outsider cazando güire. Barboza que es un político de experiencia en muchas plazas sabe eso. Me imagino que debe recordar cómo la primaria de Copei, que no garantizó esos consensos en los noventa, término germinando la candidatura exitosa de un outsider. También refresca saber que la experiencia de la MUD con las primarias del 2012 fue positiva.
- ¿Será acertado elegir ese candidato en 2023 o considera que debería haberse realizado el proceso este año?
La verdad es que eso habrá que verlo sobre la marcha. En principio me parece acertado. Ideal es hacerlo después de un acuerdo político en México, que en lo personal creo que tiene hoy más posibilidades que hace unos meses atrás, debido a los cambios en la política latinoamericana -especialmente en Colombia-, los cambios del mercado petrolero a nivel global y una Casa Blanca más realista y flexible en el uso de las sanciones aunque todavía muy timorata en cómo abordar el tema venezolano.
Al final ese proceso de negociación es el disparador de todo. Y eso a su vez depende mucho de los Estados Unidos y su disposición a jugar un papel más inteligente en ese proceso.
- Algunos dirigentes afirman que las primarias no deben ser dirigidas por el Consejo Nacional Electoral ¿Hace bien la oposición en no contar con el apoyo técnico del CNE en este proceso o comete un error?
Las primarias deben contar con un comité organizador plural, amplio y ciudadano. Sobre todo que genere confianza. Y el CNE debe apoyar en su organización como se hizo en el 2012.
Si se ganó en Barinas dos veces, y además se cobró porque la oposición introdujo correcciones políticas para defender el triunfo, no veo por qué no hacerlo. Irse por otra vía va a generar muchas dudas sobre todo alrededor de posturas que siguen viendo la abstención como salida; pues hay quienes dicen que van a participar en las primarias pero no creen en la política electoral como mecanismo de lucha.
Todo eso no quiere decir que no se presione al CNE para que canalice una demanda fuerte y audaz sobre la inclusión del voto en el extranjero.
- Recientemente propusieron reducir el periodo presidencial de seis a cuatro años y eliminar la reelección indefinida mediante una enmienda constitucional. ¿Qué opinión le merece esto?
Creo que fui uno de los primeros en escribir en Venezuela sobre el híper presidencialismo y sus implicaciones dentro de la Constitución de 1999 y cómo la introducción de la reelección indefinida en el 2008 exacerbó todos esos rasgos en el sistema político venezolano, que buscaba consolidar la posición hegemónica del chavismo.
En Venezuela, ganar elecciones es muy rentable y permanecer en la oposición muy costoso. El día que perder una elección deje de ser una tragedia, ese día, volveremos a tener una democracia consolidada. Lo cual luce como un sueño. Sin embargo, no veo al chavismo aceptando esa reforma. La promoverá el día que esté en la oposición. Algo que todavía no les apetece. En este momento se sienten con suficiente fuerza como para mantenerse en el poder.
- El analista político Aníbal Sánchez considera que a la oposición le falta “articulación y conexión”, ya que “no basta con el deseo de cambio”. ¿Cuáles considera usted deben ser las tareas pendientes de este bloque hoy en día y más cuando la política ha pasado a segundo plano para los venezolanos?
Es muy fácil declarar algo pero lo difícil es construirlo. Y no lo puedes construir si no estás dispuesto a escuchar. Creo que una parte de la oposición se obsesionó con una teoría del cambio que no solo no funcionó sino que terminó dilapidando casi todo el capital político de uno de los movimientos de oposición más grandes de toda la región.
El primer error, y el más importante, fue creerse gobierno y no oposición. Y el segundo fue menospreciar el poder de las bases y sobrestimar el poder de la comunidad internacional -y peor aún asumir que el mundo no cambia. Tampoco entendió el mundo militar y apostó a una salida de fuerza que nunca llegó. Una salida que ni siquiera la misma población desea. Las encuestas son muy claras: la gente quiere negociaciones y elecciones. En ese orden. Y esas mismas encuestas dicen que el responsable de toda la debacle la tiene el chavismo y dicen que quieren empleos, mejores servicios públicos, mejores programas sociales, menos corrupción y un liderazgo confiable. Reconectar implica escuchar.
Muchos dicen que Venezuela se arregló y yo lo que pienso es que el país no se arregló para nada sino que mutó. ¿Cómo se puede arreglar un país con casi 29 por ciento de desnutrición? ¿Cómo se puede arreglar un país que tiene uno desniveles de desigualdad más altos de toda América Latina? Con tasas de embarazo adolescentes verdaderamente vergonzosos.
El país lo que hizo fue mutar. Mutó a la supervivencia individual frente a la hiperinflación y la oportunidad de estabilizar sus ingresos a través de una dolarización informal. Mutó de desear un empleo público en el boom petrolero de Chávez a creer en la capacidad transformadora del sector privado. Y mutó a la fuga del país, la emigración, que terminó generando remesas pero también fragmentando el hogar de formas insospechadas. Hoy el matriarcado venezolano es la abuela que cuida a unos nietos con sus padres en el extranjero. La dispersión geográfica del hogar es su signo más doloroso.
La emigración genera remesas pero también genera tristeza porque hoy los venezolanos desean con más ahínco reunificar a la familia que reunificar a la oposición.
- Nicolás Maduro pidió a Gustavo Petro renovar las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia. ¿Se viene un cambio radical? ¿Qué papel jugará ahora el nuevo presidente de Colombia en la lucha por la democracia en Venezuela?
Petro va a favorecer su agenda interna y hará con Venezuela lo que mejor le convenga para avanzar con esa agenda. Venezuela no es prioridad sino en función de eso. Para mí su mayor preocupación es la situación de la frontera -algo que preocupa con razón de sobra al mundo militar colombiano- y el petrismo cree que la normalización de las relaciones comerciales y retomar una negociación con el ELN pasa por el tema fronterizo con Venezuela.
Y ambas cosas implican un cambio radical de la política exterior que venía implementado Duque. Petro hará ese cambio por fases: primero abrir la frontera, luego normalizar la relación consular y comercial y de último el tema político y diplomático. Lo interesante es que este cambio de Colombia va a ayudar a EEUU a terminar de implementar una política más realista hacia Venezuela y que ha encontrado en el congreso norteamericano y ciertos grupos de lobbies venezolanos y colombianos un enemigo formidable. La relación de Petro y EEUU será compleja y tensa, no tendrá la armonía de antes, y quizás encuentren en el tema venezolano algunas áreas en común.
Petro apoyará una salida negociada al problema venezolano. Eso me queda claro. Y en la medida que los EEUU vaya por ese camino se mantendrá alineado con ellos para no exacerbar más aquellos temas internos que desee cambiar o revisar con la Casa Blanca.
- Andrés Izarra consideró que el triunfo de Gustavo Petro abre un nuevo “ciclo histórico” en América Latina que “se llevará al madurismo del poder”. ¿Considera que el exministro puede tener razón?
Difícil saberlo. Aquí todos nos hemos equivocado haciendo predicciones.