Zenaida Amador (ALN).- Son horas cruciales en Venezuela, en las cuales quienes ya lo tienen todo perdido apuestan a la radicalización total y los otros, los que aspiran a algún arreglo provechoso para sí mismos y sus familias, están por jugarse las cartas decisivas. De allí la trascendencia del pronunciamiento del militar retirado Hugo “El pollo” Carvajal, quien conoce bien las interioridades del chavismo y se ha valido de ellas hasta ahora.
Cada día que pasa es más evidente que si Nicolás Maduro todavía permanece en el poder es porque así lo quieren los grupos que lo sostienen. El poder detrás del poder sigue reacomodándose, pactando, estudiando opciones mientras crecen la presión global y el rechazo interno. Hay muchos negocios de fondo, años de corruptelas y redes que se tejen internacionalmente, cuyo peso es determinante a la hora de decidir y de negociar el fin del régimen.
Son las horas cruciales en las cuales quienes ya lo tienen todo perdido apuestan a la radicalización total y los otros, los que aspiran a algún arreglo provechoso para sí mismos y sus familias, están por jugarse las cartas decisivas.
Cada día que pasa es más evidente que si Nicolás Maduro todavía permanece en el poder es porque así lo quieren los grupos que lo sostienen. El poder detrás del poder sigue reacomodándose, pactando, estudiando opciones mientras crecen la presión global y el rechazo interno
Esto ya no es un tema ideológico. De hecho, los dirigentes de izquierda que creyeron en “el proceso” han marcado distancia del régimen de Maduro porque saben que su salida es la mejor opción para la supervivencia del chavismo y su peso en las decisiones estratégicas es mínimo. Los demás, los que aprovecharon las dos décadas de revolución bolivariana para consolidar sus propios feudos y amasar fortunas, son los que tienen las decisiones en sus manos.
De allí la trascendencia del pronunciamiento del militar retirado Hugo “El pollo” Carvajal, quien conoce bien las interioridades del chavismo y se ha valido de ellas hasta ahora. Fue pieza clave de Diosdado Cabello y director de inteligencia militar en el gobierno de Hugo Chávez, ha ido y venido en los 10 años entre investigaciones de narcotráfico por parte de las autoridades de Estados Unidos y su puesto de diputado de la Asamblea Nacional (AN) por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Este jueves Carvajal le habló a los que mueven los hilos y sostienen al régimen. No perdió chance para sacar a la luz parte de las conexiones de los grupos de poder de Maduro con el narcotráfico y Hezbollah. Mostró públicamente la foto del poder que acompaña a Maduro.
Por eso fue más allá. Expresó su reconocimiento a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y les exigió a los militares cumplir con su juramento patrio. “Generales, ¿cómo es que, teniendo el poder de dejar ingresar la ayuda humanitaria internacional a nuestro país para salvar vidas, decidirían no hacerlo?, ¿serán tan inhumanos?, ¿o es que el valor no les da para enfrentar, como deben, a quien hoy les ordena oprimir a nuestro pueblo?”.
Generales, ¿cómo es que teniendo el poder de dejar ingresar la ayuda humanitaria internacional a nuestro país para salvar vidas, decidirían no hacerlo?, ¿serán tan inhumanos? ¿o es que el valor no les da para enfrentar, como deben, a quién hoy les ordena oprimir a nuestro pueblo? pic.twitter.com/WNFJf7gzHr
— Hugo Carvajal (@hugocarvajal4f) 21 de febrero de 2019
Aparentar que gobierna
Mientras tanto, Nicolás Maduro intenta lucir como un presidente. Sin respaldo popular y sin recursos, se sienta en largas mesas con su tren ejecutivo, gira instrucciones de mediano y largo plazo. Aparenta que gobierna; pero en realidad Maduro está resistiéndose a abandonar el poder y para ello apela a todo lo que tiene a mano, aunque con ello sólo aviva el rechazo popular.
Carvajal fue pieza clave de Diosdado Cabello y director de inteligencia militar en el gobierno de Hugo Chávez, ha ido y venido en los últimos 10 años entre investigaciones de narcotráfico por parte de las autoridades de Estados Unidos y su puesto de diputado de la Asamblea Nacional
Su prioridad inmediata es bloquear las fronteras con el fin de impedir que pueda entrar al territorio la ayuda humanitaria enviada por la comunidad internacional en respuesta a las peticiones de la Asamblea Nacional, bajo el liderazgo de Juan Guaidó. Amedrenta, intimida, sabotea. Pero sabe que los ojos del mundo siguen sus pasos y eso limita sus acciones.
Trata de lucir como un mandatario y anuncia que ya están en el país los medicamentos e insumos médicos que le compró a Rusia para dotar hospitales. Esta medida efectista y tardía intenta opacar las acciones de Guaidó, mientras busca tapar su pésima gestión. No hay que olvidar que desde 2015 Venezuela pasa por una Emergencia Humanitaria Compleja, una realidad que el gobierno de Maduro trató de ocultar y ante la cual se negó a aceptar las propuestas y opciones que le formularon diversos sectores y organismos a nivel local e internacional.
Pero mientras Maduro se exhibe en televisión, ojeroso y cansado, el país es un hervidero. Este jueves la gente se echó a las calles de Caracas a acompañar a los diputados de la AN en su salida a la frontera con Colombia, a protegerlos de los grupos comando que el chavismo desplegó para frenar el avance de la caravana que buscará la ayuda humanitaria y que la ingresará al territorio. Las mismas manifestaciones de respaldo popular se dieron a lo largo del camino, en cada uno de los puntos donde los efectivos militares interceptaron la caravana pretendiendo impedirle el paso. No importaron los uniformes ni las armas.
Por más que Maduro intenta censurar la información, en la población crece la expectativa sobre el ingreso de la ayuda humanitaria. Todos están atentos a las redes sociales, a los pocos medios y portales de noticias que están informando sobre el despliegue de los líderes opositores en las zonas fronterizas, a los anuncios que hacen los países que respaldan a Juan Guaidó. La gente espera la ayuda, quiere salir a defenderla.
La cuerda se acerca a su punto de máxima tensión. En el fondo todos saben que el ingreso de la ayuda es la señal de que se aproxima el cambio que permitirá una transición hacia la anhelada recuperación nacional. Será el momento de las decisiones históricas.