Daniel Gómez (ALN).- “Vamos a ver una hambruna en Venezuela”. Eso dice Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital, en uno de sus informes. Y lo dice porque las últimas sanciones de EEUU, las dirigidas a la industria petrolera, están teniendo un costo humano en la población. No sólo es que el régimen se quede sin ingresos para importar alimentos. Es que los agricultores no tienen combustible para sacar adelante sus cosechas.
Se puede decir que las sanciones de Estados Unidos contra la industria petrolera de Venezuela son la gota que colmó el vaso.
Existe un consenso generalizado de que la crisis del país latinoamericano está provocada por los vicios del chavismo y la mala gestión de Nicolás Maduro. No por las sanciones. Este 2019, dos prestigiosos economistas estadounidenses, Jeffrey Sachs y Mark Weisbrot, lanzaron un informe en el que afirmaron que la crisis de Venezuela comenzó en 2017, en paralelo con las primeras sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump. Esta teoría fue rápidamente desmontada ante las “evidencias engañosas” que presentaron Miguel Ángel Santos, José Morales y Sebastián Bustos, economistas del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, dirigido por el venezolano Ricardo Hausmann.
El equipo de Hausmann tumba las evidencias engañosas de Sachs y Weisbrot
No obstante, también empieza a haber cierto consenso respecto a que las últimas sanciones de EEUU, dirigidas contra el petróleo y la minería, están agudizando la crisis humanitaria.
Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital, advirtió en el más reciente informe de su firma que “vamos a ver una hambruna en Venezuela”.
Explica que atacar con sanciones al petróleo es atacar al sector que da dinero para los pocos alimentos que se consumen en Venezuela. Sin crudo, el régimen se ve obligado a comprar para subsistir, aunque ello implique agotar el presupuesto para comprar alimentos. Además, con las sanciones al petróleo, los problemas para obtener combustible se agudizan, lo cual afecta las cosechas de los agricultores venezolanos.
“Las importaciones totales en abril fueron de sólo 303 millones de dólares y aproximadamente la mitad estaban relacionadas con el petróleo. Eso es sólo el 8% de la cifra de 2012. Incluso si todas las importaciones fueran de alimentos, aún estaría lejos de la cantidad necesaria para alimentar al país”, apuntó el Francisco Rodríguez.
“Las importaciones totales en abril fueron de sólo 303 millones de dólares y aproximadamente la mitad estaban relacionadas con el petróleo. Eso es sólo el 8% de la cifra de 2012. Incluso si todas las importaciones fueran de alimentos, aún estaría lejos de la cantidad necesaria para alimentar al país”, apuntó el economista.
En un reciente hilo de Twitter, Rodríguez explicó que el problema más urgente de Venezuela es el de encontrar alimentos para los 26 millones de venezolanos que quedan en el país.
“Cómo evitar la muerte de cientos de miles de venezolanos por hambre este año es el problema más urgente de nuestro país hoy”, dijo.
En ese mismo hilo, Rodríguez compartió dos reportajes. Uno de The New York Times, que explica cómo la cosecha de 2019 se echará a perder ante la falta de gasolina. Se basan en los relatos de una decena de campesinos, así como en datos oficiales. En este sentido, la principal asociación agrícola de Venezuela, Fedeagro, calcula que el área plantada de maíz y arroz disminuirá alrededor de 50% este año. Y la producción de caña de azúcar en Portuguesa, el principal estado productor de este rubro, caerá de 12 millones de toneladas en 2018 a 5 millones de toneladas en 2019, según una asociación local de agricultores.
Rodríguez también compartió un reportaje en Financial Times en el que expertos de distintos campos valoran el efecto en la población que tienen las últimas sanciones a Venezuela.
En Financial Times se expusieron las conclusiones de Rodríguez de Torino Capital. También el parecer del diplomático estadounidense Thomas Shannon, asesor sénior de políticas del bufete de abogados Arnold & Porter.
“Mantener estas sanciones en su lugar, sin ninguna acción de mediación, tendrá un impacto profundamente negativo en el pueblo de Venezuela”, dijo. “Es sorprendente que algunas personas lo nieguen”.
El reportaje también incluye la opinión del exministro venezolano Moisés Naím, un defensor de las sanciones, pero de las sanciones contra los jerarcas chavistas. “Hay pruebas sólidas de que dañar al país no cambia el comportamiento del gobierno. Si quieres que el gobierno cambie el comportamiento, lo que importa son las sanciones individuales”.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, también es de esta opinión. Que las últimas sanciones de EEUU “exacerban” la crisis de Venezuela. Una crisis que como aclaró Bachelet, comenzó “mucho antes” de la imposición de sanciones.
Mientras, los equipos de Juan Guaidó y Nicolás Maduro negocian para sacar a Venezuela de la crisis. Y son precisamente las sanciones de EEUU uno de los temas clave de esas conversaciones. Maduro quiere que se las levanten. Todas. Es muy insistente en este punto, tal como desveló el diario ALnavío. Habrá que ver hasta dónde está dispuesto a llegar Guaidó.