Reinaldo Iturbe.- En una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional electa en 2015, los factores partidistas que respaldan el interinato de Juan Guaidó han dado un zarpazo cuyas placas tectónicas venían moviéndose lentamente desde hace varios meses, con Julio Borges (Primero Justicia, centroderecha) renunciando al cargo de «canciller» del interinato y criticando severamente el modo en el que se han manejado los fondos del gobierno interino. Dicho de otro modo: habló de corrupción. De la corrupción en Monómeros (Colombia) y Citgo (Estados Unidos), que están bajo la administración del interinato.
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Borges apuntó sobre la «politización» en el nombramiento de los directivos que maneja el gobierno interino, al tiempo que Leopoldo López (Voluntad Popular, socialdemócrata) exhortaba indirectamente a Borges a poner su cargo a la orden:
-Habría qué preguntarle a él (Borges) qué hace en un gobierno que tanto critica– soltó López en una entrevista concedida a la periodista Carla Angola.
Así las cosas, Borges renunció. Pero su fracción dentro de la AN enfiló sus baterías contra el fondo del interinato. Varias sesiones de la Comisión Delegada fueron el punto de partida para desarmar a Guaidó.
Aunque Primero Justicia y el resto del G4 votaron a favor de la «continuidad» de Guaidó, le restaron competencias. Lo desarmaron. Clave fue la intervención de Juan Pablo Guanipa (PJ) en una sesión celebrada el lunes por la noche, y que estaba pautada para el mediodía: los factores del G4 no terminaban de ponerse de acuerdo en la reforma del Estatuto de Transición.
“El centro de gravedad de toda la institucionalidad y de toda la lucha que libra Venezuela es la AN legítima elegida en 2015. En esta reforma del Estatuto se redimensionan algunas estructuras con la idea de desburocratizar el ejercicio del interinato y lograr ser más eficientes y no perder el foco que nos debe llevar hacia la democratización del país», dijo Guanipa, quien además lanzó el fogonazo de la supresión de elementos burocráticos del interinato que causan gastos sin rendición de cuentas:
«Se suprime el Centro de Gobierno y otras instancias gubernamentales. El presidente de la AN, Juan Guaidó, actúa como Presidenre Encargado de la República a los efectos de la defensa de la democracia y a los efectos de la protección de los activos de Venezuela alrededor del mundo. Se elimina el Consejo Político, se reducen los jefes de misiones diplomáticas a aquellos países que efectivamente reconocen a la AN y también se designan algunos representantes en organismos multilaterales».
Guanipa también apuntó sobre controles. El G4S busca limitar los poderes del interinato. Reducirlo. Es un interinato que da más pérdidas que ingresos:
«Se colocan (sic) controles adicionales a la designación de las juntas Ad hoc de los entes del Estado que tienen activos en el extranjeros para despolitizar y despartidizar la protección de esos activos. Se colocan (sic) controles a las designaciones de las juntas ad hoc de PDVSA para despolitizar y despartizar también esa protección. El presidente de la AN, actuando como presidente en conjunto con el procurador, actuarán una vez al mes ante la Comisión delegada para informar sobre el desarrollo del curso estratégico de los activos y los recursos de los fondos públicos».
El último fogonazo de Guanipa fue el cierre del grifo para más recursos al interinato, cuya nómina es de 1600 personas.
«Se prohíbe la aprobación de nuevos fondos públicos distintos a los del fondo para la liberación de Vzla y atención de casos de riesgo vital», sentenció.
Y así fue como el G4 redujo prácticamente a la nada un interinato que ha servido justo para eso: la nada.