Redacción (ALN).- Venezuela cerrará este enero con un fuerte descenso de la inflación anualizada, ese subindicador que reporta el incremento del alza de los precios tomando como referencia los últimos doce meses, un dato que confirma que el lastre de la hiperinflación ya quedó atrás para el país caribeño.
Esta es una conclusión que comparten expertos de firmas como Econométrica o Econoanalítica, que identifican en la dolarización transaccional, el ajuste fiscal del Gobierno de Nicolás Maduro, la política monetaria restrictiva y las inyecciones de Banco Central de Venezuela al mercado cambiario a las variantes que permitieron amarrar a la hiperinflación.
Así, economistas como Henkel García creen que la inflación interanual cerrará este mes «probablemente» entre los 300 ó 400 puntos. Aunque aún es una cifra muy alta para cualquier economía sana, el dato es interesante para una Venezuela que hasta hace poco contaba el indicador por los miles o hasta cientos de miles.
En tanto que uno de los socios de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, va más lejos y estima que la inflación cerrará por debajo de los 300 puntos.
«Eso no significa que se resolvió el problema, porque sigue siendo una inflación extremadamente alta y la peor del mundo, pero obviamente, ya no está en la categoría de hiperinflación», explicó.
¿Significa esto que «Venezuela se arregló»? No, el país continúa teniendo problemas graves derivados de la pugna política.
Pero todo parece indicar que una de las peores consecuencias de esta pugnacidad, la alta inflación, está viendo sus últimos días.