A pesar de que Rusia no es un gran suministrador armamentístico para América Latina, sí ha sido imprescindible en el abastecimiento militar de países como Venezuela. Así lo recoge un informe elaborado por Chatham House, un centro británico de análisis de asuntos internacionales, que señala que más del 80% de los envíos de material bélico de Moscú a Latinoamérica que se realizaron entre los años 2000 y 2016 tuvieron como destino el país hoy gobernado por Nicolás Maduro.
Venezuela, que actualmente tiene el quinto mayor presupuesto de defensa en la región, adquirió en los últimos años una amplia gama de armas a Rusia, incluyendo vehículos blindados, sistemas de defensa aérea y helicópteros. Sin embargo, para Chatham House, la arraigada posición rusa en el mercado venezolano se enfrenta a dos amenazas: la creciente competencia que supone China y el incierto futuro que se cierne sobre el presupuesto militar de la nación latinoamericana.
Desde 2001 hasta hoy, América Latina ha comprado a Rusia más de 10.000 millones de dólares en armas
Y es que, según el documento de la institución británica, “Venezuela está experimentando una severa recesión que probablemente restrinja la capacidad del Gobierno para seguir gastando en adquisiciones militares”. Una situación que contrasta con la que había a principios de 2000, cuando la mayor parte de las compras de armas que el Gobierno venezolano hizo a Rusia se financiaron con el auge de los precios de los hidrocarburos, tal como recoge la institución británica.
Rosoboronexport, la principal agencia estatal intermediaria de Rusia para el comercio de productos de defensa, afirmó que en los últimos 15 años América Latina les compró material por un valor que supera 10.000 millones de dólares
Por otra parte, el Ejecutivo de Nicolás Maduro lleva desde 2013 firmando sus mayores contratos militares con China. De hecho, en 2015 los proveedores chinos representaron cerca del 90% de las importaciones de armas venezolanas. Según el periódico Abc, este giro se puede deber a los mayores créditos que Pekín comenzó a dar a Venezuela y al desengaño del Gobierno venezolano por algunos compromisos no cumplidos por parte de Moscú respecto a convenios firmados, como por ejemplo el retraso en la construcción de una planta en Venezuela para producir fusiles de asalto AK 103.
En el resto de América Latina, Rusia no tiene un papel demasiado relevante. En la mayoría de los países de la región este sector está dominado por proveedores europeos y estadounidenses o por suministradores nacionales. La cuota de mercado de Moscú rondó el 20% en naciones como Colombia, Argentina, México, Brasil y Perú.
La compra de armas superó 10.000 millones de dólares
Por su parte, Rosoboronexport, la principal agencia estatal intermediaria de Rusia para el comercio de productos de defensa, afirmó el pasado mes en un comunicado que en los últimos 15 años América Latina les compró material por un valor que supera 10.000 millones de dólares (aproximadamente 9.164 millones de euros). Y aunque esto apenas suponga un 4,6% del total de sus exportaciones a nivel mundial, desde la agencia afirman que “están preparados para luchar por su cliente”, refiriéndose a la región. Dicen también que no se dejarán amedrentar por la competencia que suponen Estados Unidos y Europa, según recoge la publicación Russia Beyond The Headlines.
Rusia supuso un 20% de la cuota de mercado de venta de armas en Colombia, Argentina, México, Brasil y Perú
Asia es el mercado extranjero más importante para Rusia, suponiendo el 70% de sus exportaciones desde 2000. Los principales demandantes de armas rusas son India, la propia China y Vietnam. Oriente Medio y el norte de África ocupan el segundo puesto en relevancia para los rusos, aunque allí la competencia de otros proveedores es mucho más intensa.