(EFE).- Decenas de venezolanos marcharon este miércoles hasta la Embajada de Brasil en Caracas para entregar una carta dirigida al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que denuncian «actos de terrorismo de Estado» por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y piden su mediación en favor de la «libertad plena» de los «presos políticos» en el país caribeño.
En el documento, dicen a Lula -histórico aliado del chavismo- que «en Venezuela se están cometiendo actos de terrorismo de Estado como secuela de la pérdida de legitimidad legal y popular del actual Gobierno» tras «su derrota» en las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue proclamado ganador, lo que consideran un «fraude».
En ese sentido, prosiguen, alertan de «un vasto plan de acallar, reprimir y criminalizar cualquier voz que disienta de la postura oficial».
«El actual Gobierno venezolano lleva adelante una ola represiva y de persecución política a escala masiva, mediante detenciones arbitrarias y fuera de ley, asesinatos, torturas, violencia sexual, desapariciones forzadas y otros tratos inhumanos, que ha llevado a que más de 2.400 venezolanos se encuentren injustamente privados de libertad», reza el escrito consignado en el Embajada.
Diego Casanova, quien se identificó como familiar de José Pérez, preso en «el contexto poselectoral», indicó que en el documento, que -aseguró- fue recibido por un «funcionario» de la Embajada, piden «la libertad plena y sin condiciones de todos los presos políticos» y el «cese inmediato de la represión, la persecución» y el «hostigamiento».
«Él (Lula) conoce muy bien y sabe, de primera mano, lo que es ser preso político, y por eso le solicitamos su intermediación», expresó Casanova, quien denunció que a los prisioneros por razones «políticas» en el país caribeño «se les violentan todos los derechos humanos».
Asimismo, agregó, solicitan las «gestiones necesarias» para otorgar salvoconductos a los seis opositores refugiados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, que estuvo bajo protección de Brasil desde agosto hasta el fin de semana pasado, cuando el Gobierno venezolano revocó la autorización, aunque seguirá bajo resguardo brasileño mientras no se le adjudique este rol a otro país que el Ejecutivo de Maduro acepte.
Por su parte, Andreina Baduel, hija del exministro de Defensa Raúl Isaias Baduel, quien -dijo- fue «asesinado en custodia por el régimen», y hermana de Adolfo Baduel, hoy «preso político torturado», explicó que se movilizaron para pedir a Lula su «inmediata mediación» debido a que «en Venezuela sigue siendo criminalizada la disidencia».
«No descansaremos hasta que cese tanta crueldad y, sobre todo, en el propósito de justicia y libertad», subrayó Baduel, quien denunció que su hermano «ha perdido mucho peso» y «su condición de salud ha desmejorado muchísimo».
Lula, quien dijo este miércoles que espera que «Venezuela vuelva a la normalidad», no ha reconocido la victoria de Maduro ni la del abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia -exiliado desde el domingo en España-, reivindicada por la mayor coalición antichavista, y ha insistido en la publicación de las actas electorales de forma desglosada que prueben quién ha ganado.