(EFE).- La relación de Mario Vargas Llosa con España fue muy profunda y marcó su trayectoria personal y literaria desde que llegó por primera vez en 1958 con una beca de estudiante a Madrid, pasando por sus años clave en la Barcelona de los 70 y su última etapa en la capital, entre 2015 y 2022.
Vargas Llosa llegó a Madrid en 1958 con una beca para realizar estudios de posgrado en la Universidad Complutense, donde en 1971 obtuvo su doctorado ‘cum laude’ con una tesis sobre Gabriel García Márquez publicada años después como ‘García Márquez: estudio de un deicidio’.
Vivió en aquellos primeros años en una pensión próxima al parque del Retiro.
Por las mañanas iba a clases y dedicaba las tardes a leer y escribir. Frecuentaba una tasca debajo de su pensión llamada El Jute, según contó él mismo, y allí empezó a escribir su primera novela, ‘La ciudad y los perros’, con la que ganó el Premio Bibioteca Breve de la editorial barcelonesa Seix Barral en 1962.
También recorría las calles de las novelas de Baroja y Pérez Galdós y pasaba horas en la Biblioteca Nacional leyendo novelas de caballería.
En 1966 conoció a la que sería su agente literaria, Carmen Balcells, quien le animó a dedicarse por completo a la escritura. El editor Carlos Barral le invitó a pasar el verano en su casa de Calafell (Tarragona, noreste) y lo pasó trabajando en su segunda novela, ‘La casa verde’, publicada ese mismo año.
Entre 1960 y 1965 Vargas Llosa vivió en París y en 1967 se instaló en Londres, hasta que Balcells lo convenció para que se trasladara a Barcelona. Vivió en la capital catalana entre 1970 y 1974, uno de sus periodos más fecundos y allí escribió ‘Pantaleón y las visitadoras’ y el inicio de ‘La tía Julia y el escribidor’.
Fueron lo años del ‘boom’, tenía a Gabriel García Márquez como vecino en el barrio de Sarrià y en su círculo frecuentaban también escritores como Juan Marsé, Juan Goytisolo, Ana María y Terenci Moix o Manuel Vázquez Montalbán.
Vargas Llosa obtuvo la nacionalidad española en 1993 después de que el presidente peruano Alberto Fujimori amenazara con quitarle la peruana por sus críticas afiladas.
Un año después, en 1994, obtuvo el Premio Cervantes, la máxima distinción de las letras españolas, e ingresó como académico en la Real Academia Española.
También fue Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, el Planeta en 1993 por ‘Lituma en los Andres’ y fue investido doctor honoris causa en universidades como la Carlos III de Madrid, la de Murcia, Valladolid, Burgos, Europea de Madrid, La Rioja, Málaga, Alicante, Granada o la de Castilla-La Mancha.
En 2002 se compró una casa cerca de la Puerta del Sol de Madrid, y pasó largas temporadas en ella. Entre 2015 y 2022, los años de su relación con Isabel Preysler, se mudó a la casa de ella, pero al separarse regresó a la suya antes de viajar de vuelta a Lima.
El rey Juan Carlos I le concedió en 2011 el título de marqués de Vargas Llosa; ese año se creó una cátedra que lleva su nombre y en 2013 se empezó a convocar el Premio de Novela Mario Vargas Llosa. También fue patrono de honor del Teatro Real desde 2022.
En su faceta política Vargas Llosa también dejó claras sus posturas en España. En 2014 encabezó el manifiesto de ‘Libres e Iguales’ contra el secesionismo catalán y en defensa de la Constitución, una propuesta presentada en el Congreso de los Diputados.
Y en enero de 2019 abandonó el Pen Club Internacional, asociación mundial de escritores que llegó a presidir, después de que ésta instara a las autoridades españolas a liberar a los líderes secesionistas catalanes Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.