Redacción (ALN).- ¿Sueles prender inciensos? Para hacer yoga, meditar o simplemente para aromatizar el hogar, los inciensos se han usado por años y están de moda constantemente, pero a raíz de esa moda y de la creciente preocupación por la contaminación ambiental, ha resurgido un estudio de 2015 donde científicos revelan el lado B de estos elementos.
Según el estudio, realizado por la Universidad de tecnología del sur de China, el humo del incienso contiene más agentes citotóxicos y genotóxicos que el humo del cigarro. Esto significa que puede afectar en mayor medida a las células, el ADN y los cromosomas.
Esto porque gran parte del humo de los inciensos está compuesto por material particulado fino y ultrafino, que por su tamaño es capaz de atravesar los tejidos del cuerpo y los órganos, afectando la salud humana.
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