Elizabeth Fuentes (ALN).- Las empresas están equipando los laboratorios con el fin de producir cannabis medicinal para la venta internacional, un negocio que podría generar grandes ganancias ya que el gramo cuesta hasta 200 dólares. En Uruguay desarrollaron un mapa digital para ubicar las farmacias donde venden marihuana medicinal y el país se prepara para la Expocannabis 2017 que se realizará en diciembre.
Las malas lenguas aseguran que en la gira del presidente Tabaré Vázquez a Alemania, en febrero pasado, logró abrir el mercado para la exportación de cannabis medicinal al país europeo, el quinto de la lista -junto a Irlanda, Israel, Brasil y Argentina– dispuesto a recibir las bondades del llamado CBD (cannabidiol), a mediados de 2018.
Hace pocos días, el presidente uruguayo aseguró a la prensa que antes de finalizar este año en Uruguay se estará produciendo marihuana medicinal en una planta de investigación y producción nacional, IccLabs, que adquirió 240 hectáreas y se inaugurará en noviembre.
Lo cierto es que las empresas productoras aspiran exportar 30 toneladas anuales, un negocio por demás lucrativo si se considera que cada gramo puro se puede vender hasta en 200 dólares. El CBD, componente principal de la planta, se usa legalmente en varios países para el tratamiento de diversas dolencias, tales como la epilepsia, la ansiedad, la náusea, las inflamaciones y para inhibir el crecimiento de algunas células cancerígenas. También mitiga los terribles efectos secundarios de la quimioterapia.
La ventaja de las plantas de cannabis uruguayas es que requieren menos pesticidas, herbicidas y fertilizantes que las variedades genéticamente modificadas
La ventaja del CBD que se produce en Uruguay es que no contiene THC, el químico que intoxica a los fumadores de marihuana. El valor medicinal de la planta proviene precisamente de ese CDB que es 100% natural y no contiene ningún producto estimulante peligroso o sintético.
De hecho una empresa australiana, Algae.Tec, también anunció que comenzará a producir marihuana en Uruguay en colaboración con Winter Garden Biosciences, con la cual ya están desarrollando una cosecha de 10 hectáreas de cannabis sin alteraciones genéticas.
Algae.Tec se encargará de cultivar, cosechar, extraer los productos y vender las plantas que luego serán utilizadas para fabricar los productos derivados en los laboratorios que tiene Winter Garden en Uruguay. La ventaja de las plantas de cannabis uruguayas es que requieren menos pesticidas, herbicidas y fertilizantes que las variedades genéticamente modificadas.
En el portal de la empresa explican la decisión de elegir Uruguay para desarrollar el negocio: “Uruguay es el único país del mundo que combina un régimen avanzado de desarrollo de medicamentos y patentes con un entorno laboral de bajo costo y regulaciones favorables para el cannabis. El resultado es que Winter Garden podrá desarrollar productos farmacéuticos a base de cannabis en una fracción del costo y el tiempo en comparación con las jurisdicciones de América del Norte o Europa. Uruguay también proporciona a Winter Garden un clima capaz de producir tres cultivos por año. Las regulaciones de cannabis de Uruguay permiten que Winter Garden trabaje con variedades que no están disponibles en otras partes del mundo”.
Marihuana para todos
El 8, 9 y 10 de diciembre se realizará Expocannabis Uruguay 2017 que reunirá a todos los actores nacionales e internacionales de la industria del cannabis en diversos foros y conferencias, con miras a analizar desde sus propiedades curativas hasta las rendijas legales que necesiten revisión.
Las empresas aspiran exportar 30 toneladas anuales, un negocio lucrativo si se considera que cada gramo puro se puede vender hasta en 200 dólares
En Uruguay existen al menos 17 farmacias donde los uruguayos puede comprar hasta 40 gramos por mes a un precio de 1,30 dólares el gramo. De hecho, existe un portal interactivo que facilita toda la información sobre la dirección y horario de las farmacias certificadas para expender el producto. Las leyes permiten el autocultivo en los hogares -de hasta seis plantas-, así como la conformación de clubes de membresía de 15 a 45 miembros, exclusivos para uruguayos con miras a evitar el llamado “turismo sensorial” que invadiría el país de extranjeros en busca de la droga.
Sin embargo, algunos lograron burlar la ley transformando los clubes en sitios de cata para extranjeros, tales como el José Ignacio Social Club o el Humos del Este. En la mayoría de los clubes hay tiendas para adquirir todos los accesorios que se necesitan para el consumo y salas destinadas a saborear el producto. “Abarcamos toda la gama de efectos, desde las variedades más relajantes hasta las eufóricas o hilarantes”, así promocionan sus productos en Humos del Este. Variedades que, especulan algunos, viajarán por medio mundo en pocos años.