(EFE).- Chile mantiene 302 incendios activos en el centro sur de Chile, con 82 de ellos en combate, tras una semana y media de fuegos descontrolados que han quemado ya más de 425.000 hectáreas de terreno forestal y agrícola, dejando 24 fallecidos y cerca de 1.500 viviendas calcinadas.
Según el último informe del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) del Ministerio chileno del Interior, las regiones más golpeadas son Biobío, con 197.561, La Araucanía, con 100.397 y Ñuble, con 63.830 hectáreas afectadas.
Además de los fallecidos, los servicios sanitarios han atendido a un total de 2.862 personas, y los damnificados son al menos 5.980.
El subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, informó en una rueda de prensa este lunes que preocupan especialmente 14 incendios con alta capacidad de seguir quemando, uno de esos en la comuna de Santa Juana, en la región del Biobío, se ha convertido en el mayor de la historia reciente de Chile, con 64.000 hectáreas afectadas.
Monsalve aseguró que este último fin de semana y hasta este miércoles se ha instalado una «ventana climática» en el centro sur del país que ayuda al combate de los fuegos, aunque se mantienen las altas temperaturas y la alerta extrema por fuegos en el centro, en torno a la Región Metropolitana.
Monsalve advirtió que a partir del miércoles vuelven las altas temperaturas a las zonas más golpeadas por los incendios, desde el Maule hasta La Araucanía, entre 250 y 600 kilómetros al sur de la capital.
Continúa la emergencia en Chile a causa de los incendios
«Estamos en un proceso de contención de la emergencia, pero aún no ha terminado, y todas las instituciones públicas y privadas nos mantenemos en alerta», dijo el subsecretario.
Siguen desplegados en el terreno a nivel nacional cerca de 10.500 personas en el combate de incendios: 3.200 bomberos voluntarios y 3.600 brigadistas terrestres en la primera línea, además de 3.700 efectivos de las Fuerzas Armadas y la Polícia chilena en la segunda línea de los fuegos.
Las autoridades chilenas y agentes privados también tienen activos 117 aeronaves y 645 vehículos o maquinaria antiincendios.
La falta de medios (en Chile el cuerpo de bomberos no es profesional), la mala gestión de los bosques y las adversas condiciones climáticas aceleraron la tragedia, la más grave de esta naturaleza en el país.