Redacción (ALN).- Una nueva ley china que pecha duramente a las importaciones de crudos pesados y extrapesados que hacen las refinerías privadas del gigante asiático podría hacer más daño a la economía de Venezuela que las sanciones de Estados Unidos, de acuerdo con el analista petrolero José Toro Hardy.
«El petróleo que produce el país es un petróleo pesado de muy mala calidad. China, que termina siendo el principal mercado, casi el único para Venezuela, acaba de penalizar con un impuesto de 30 dólares por barril a ese tipo de crudos. Eso es más que el precio que estamos vendiendo. De manera que el aumento de los impuestos de China, probablemente, podrían hacer más daños que las sanciones de Estados Unidos», explicó Toro Hardy, citado por el medio local La Prensa de Lara.
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Desde el pasado 12 de junio, el Gobierno chino comenzó a cobrar un impuesto «ambiental» que pecha las importaciones que hacen refinerías privadas de los crudos pesados y extrapesados vendidos por Irán, Canadá y Venezuela, principalmente.
Esas ventas proporcionan la mayor parte de los ingresos petroleros que el Gobierno del socialista Nicolás Maduro sigue recibiendo, después de que las sanciones cerraran el acceso del país a los mercados tradicionales.
Pero este nuevo impuesto amenaza con dejar a Maduro sin un mercado para vender sus productos petroleros, aunque «el gobierno venezolano está intentando activamente hablar con los chinos para ver cómo se puede resolver la situación», dijo en mayo pasado el analista de política energética latinoamericana de la Universidad de Rice, Francisco Monaldi.
La medida tomó por sorpresa a muchos operadores del mercado petrolero, en vista de la fuerta alianza que China y Venezuela dicen sostener. Si no se revierte o se emite una licencia para el crudo del país sudamericano podrían salir de circulación hasta 350.000 barriles diarios de petróleo venezolano que se mezclaba con otros productos en Malasia en un intento de ocultar su origen antes de ser enviado a China.