Daniel Gómez (ALN).- Carlos Hank Gutiérrez presidió Interacciones antes de llegar a Banorte. Hoy estas dos entidades preparan una fusión que culminará en el primer semestre de 2018 dando lugar al segundo banco más grande de México. Nada de esto es casualidad. Se trata de una operación que Hank Gutiérrez ha ido cocinando a fuego lento de la mano de su padre, Carlos Hank Rhon.
Los accionistas de Banorte han aprobado la fusión con Banco Interacciones, un movimiento que convertirá al grupo en la segunda institución financiera de México, sólo superado por Bancomer, la filial del español BBVA.
La transacción fue respaldada por el 71% de los socios y se cerró por 1.419 millones de dólares, tal como apuntó la agencia Reuters.
La fusión, que estiman culminar en la primera mitad de 2018, reforzará el liderazgo de Banorte en el apartado de concesión de créditos a organismos públicos. Sin embargo, lo más destacado será el fortalecimiento en préstamos para infraestructuras, un área liderada por Interacciones e inexplorada hasta ahora por Banorte.
Así lo explica Carlos Rojo, director general de Banco Interacciones, al diario Expansión de México: “Casi el 60% de nuestro portafolio de crédito está relacionado de manera directa o indirecta al tema de infraestructura. Ahí Banorte no era un segmento en el que participaba. Así que se continúa diversificando el riesgo dentro del portafolio de Banorte”.
Hank González, el brazo ejecutor
Armando todo este rompecabezas, antes incluso de que se colocara la primera pieza, ha estado el empresario mexicano Carlos Hank González, hoy presidente de Banorte y antaño máximo responsable de Banco Interacciones.
Con tan sólo 30 años, Hank González -ahora con 44- se hizo cargo de Interacciones. Aquel joven banquero propulsó la entidad hacia lo que es hoy, un banco especializado en la concesión de créditos para proyectos de infraestructuras, pago a proveedores al gobierno federal y a las administraciones estatales.
Armando todo este rompecabeza ha estado el empresario mexicano Carlos Hank González
Con esa receta, en 10 años, Hank González elevó los ingresos de Interacciones 1.252%; los beneficios, 1.182%; y los activos, más de 2.000%.
En 2014, con el trabajo hecho, Hank González abandonó la presidencia de Interacciones para hacerse cargo de Banorte. En los tres primeros ejercicios se concentró en modernizar el banco. Lo logró con éxito. La entidad pasó de ser una de las más arcaicas de México, a liderar, junto con BBVA, la banca digital mexicana.
La renovación de Banorte finalizó en 2017, cuando Hank González decidió culminar lo que empezó. A finales de octubre comunicó la fusión con Interacciones. Un propósito que este martes recibió el aprobado de los accionistas, y dentro de seis meses comenzará a operar en México con una renovada posición.
Banorte pasará del cuarto al segundo lugar en la lista de principales bancos de México, seguirá liderando la concesión de créditos a municipios y estados, y se adentrará en el negocio de préstamos a infraestructura con el liderazgo que le otorga el negocio que integrará desde Interacciones.
Hank Rhon, el ideólogo
Se trata de una operación redonda para Hank González, y también para su padre, Carlos Hank Rhon, empresario, inversor e ideólogo de todo este rompecabezas. Hank Rhon es presidente del consejo de administración de Interacciones. Al menos así lo será hasta que el banco desaparezca como marca. Una marca que él mismo fundó en 1993.
Desde principios de los 2000, la prensa mexicana comentó que Hank Rhon perseguía la fusión. Ésta nunca se ejecutó. Los rumores se retomaron a principios de 2015, cuando Hank hijo ya estaba en la presidencia de Banorte. Tampoco llegó. “No era el momento”, explicó el patriarca al diario 24 Horas de México.
“Hace dos años no sentimos que era el momento, era más importante que estuviera Carlos y su equipo. Ahora sí lo sentimos”, dijo Hank Rhon. Y añadió: “Los dos (Banorte y Banco Interacciones) tenemos experiencia diferente y siento que va ser una suma fácil, dado que conocemos bien a Banorte y ellos a Interacciones”.