Redacción (ALN).- El domingo, el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, tomó una decisión que intensifica la tensión en la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania: autorizó a Ucrania a utilizar sus misiles de largo alcance contra territorio ruso.
Esta medida deja al mundo en una peligrosa encrucijada, avivando temores de una posible tercera guerra mundial.
Fuentes en Kiev indican que los ataques podrían ejecutarse en los próximos días y su presidente, Volodímir Zelensky afirmó que «los misiles hablarán por sí solos».
Esta decisión busca fortalecer la posición de Ucrania en un eventual proceso de negociación y responde a la participación de tropas de Corea del Norte en el conflicto. Sin embargo, este movimiento también podría escalar el conflicto a niveles críticos.
Desde Moscú, Vladimir Putin advirtió que tales ataques “cambiarían la esencia y naturaleza del conflicto” y acusó a la OTAN, EE.UU. y Europa de estar “en guerra con Rusia”. En septiembre ya había advertido que armas nucleares si su territorio fuera atacado.
Por su parte, Richard Grenell, asesor del presidente electo Donald Trump, criticó duramente a Biden, señalando que su administración está “intensificando las guerras antes de abandonar el poder”.
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