(EFE).- Una de las figuras más relevantes del partido de ultraderecha Vox en España, Iván Espinosa de los Monteros, deja la política, un abandono que se produce tras la pérdida de votos de esta formación aunque se mantiene como la tercera más votada en el país.
Espinosa de los Monteros aseguró este martes que su retirada obedece a «motivos personales y familiares», en una comparecencia ante los medios en Madrid sin admitir preguntas.
«Mis padres no son tan jóvenes, mis hijos no son tan mayores y, aunque actualmente todos están bien, he pasado suficientes noches en el hospital con ellos para meditar acerca del momento vital en el que me encuentro», manifestó, aunque seguirá como «militante de base» en el partido.
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El diario español El Mundo, que había adelantado su decisión antes de la comparecencia, apunta a un alejamiento con la dirección del partido en cuestiones como la forma en que se llevó la pasada campaña electoral, pues Vox aspiraba a alcanzar los votos suficientes para gobernar junto al conservador Partido Popular (PP).
Su adiós a la política llega precisamente en medio de las negociaciones para alcanzar un pacto de Gobierno en España tras las elecciones del pasado 23 de julio, en las que Vox ha anunciado que apoya al PP sin exigirle a cambio entrar en un hipotético Ejecutivo con esta formación, pero juntos no suman los apoyos suficientes.
El hasta ahora portavoz de la formación en el Congreso de los Diputados, Cámara baja del Parlamento español, era además vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox, partido que promueve el Foro de Madrid, una iniciativa para integrar formaciones de esta ideología en América Latina.
Vox, la fuerza de ultraderecha
Tras las pasadas elecciones, Vox se mantiene como tercera fuerza en el Congreso español, «plenamente consolidado como el tercer partido de España» en palabras de Espinosa de los Monteros, pero con una importante pérdida de votos, cerca de 800.000, y de escaños, con 19 menos.
La formación logró 33 diputados y algo más de 3 millones de votos, por detrás de los 137 escaños de los conservadores y de los 121 del partido socialista PSOE del presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, y solo dos más que la coalición de izquierda Sumar.
Sus 33 votos son claves para que el líder de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo, pueda alcanzar los apoyos necesarios con varios partidos para ser investido presidente del Ejecutivo.
Mientras, Sánchez contaría con el respaldo de fuerzas como Sumar, de la que forma parte Podemos, la formación con la que hasta ahora ha gobernado, para una hipotética coalición a la izquierda.