Daniel Gómez (ALN).- Michelle Bachelet no sólo habló como alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Asumió el papel de mujer, madre y pediatra para advertir la situación que viven los niños venezolanos con necesidad de trasplante. Esto es una crítica doble. Al régimen, por la inoperancia del sistema de salud, y también a las sanciones económicas.
Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, rompió el tono burocrático en la actualización del informe sobre Venezuela de este martes en Ginebra. Luego de recalcar la represión del régimen y la crisis política, Bachelet hizo un aparte, levantó la cabeza del folio, tomó aire, y dijo:
“Permítanme hacer aquí un comentario especial, como mujer, como madre, y como pediatra. Sigue siendo urgente atender la situación de los niños y niñas venezolanos con necesidad de trasplante. Hasta hoy, 38 siguen en lista de espera en Venezuela y seis están aún pendientes de ser atendidos en Argentina. Y algunos lamentablemente han fallecido esperando el trasplante. Según información recibida, las sanciones han obstaculizado la transferencia de recursos para los tratamientos. Sin embargo, a ellas se suma la situación crítica del Hospital infantil J.M. de los Ríos, en Caracas. Al final de 2019, sólo el 21% de las camas se encontraban operativas”.
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La situación de los niños en Venezuela es para Bachelet un punto fundamental. Lo ha venido advirtiendo desde el primer informe, publicado en julio del año pasado. En ese documento se dice que “las violaciones al derecho a la salud son resultado del incumplimiento del gobierno de sus obligaciones fundamentales”.
En el documento registra negligencias del régimen “vinculadas a una falta generalizada de disponibilidad y acceso a fármacos y tratamientos esenciales, al deterioro de las condiciones en hospitales, clínicas y maternidades, a la falta de factores subyacentes determinantes de la salud, incluyendo agua y nutrición adecuada, al deterioro en la inmunización y salud preventiva y a las restricciones en el acceso a la salud sexual y reproductiva”.
Bachelet ha sido clara en decir que la crisis sanitaria es responsabilidad de Nicolás Maduro. Pero también es clara en advertir que las sanciones económicas, las sanciones que ha impuesto Estados Unidos, han agravado el problema en Venezuela.
Bachelet ha sido clara en decir que la crisis sanitaria es responsabilidad de Nicolás Maduro. Pero también es clara en advertir que las sanciones económicas, las sanciones que ha impuesto Estados Unidos, han agravado el problema en Venezuela.
“Respecto a los derechos económicos y sociales, preocupan las imposiciones de nuevas sanciones económicas, en especial las que afectan a la empresa aérea Conviasa, así como las sanciones a la industria petrolera, disminuyendo los recursos del Gobierno destinados al gasto social”, dijo Bachelet en Ginebra.
Advirtió que a pesar de las excepciones establecidas en las sanciones -para permitir las importaciones de medicamentos, alimentos e insumos-, “los servicios públicos y la población en general siguen sufriendo el impacto”.
Ya en el informe de julio advirtió que “profesionales de la salud y padres y madres de niños/as enfermos/as mencionaron el impacto de las sanciones económicas en el sector de la salud, particularmente las posibilidades de recibir tratamiento médico urgente fuera del país, incluyendo trasplantes”. Trasplantes que siguen sin hacerse porque como dijo Bachelet, las sanciones han obstaculizado los tratamientos.