(EFE).- La ausencia de Karim Benzema marcó este miércoles sobre la apertura del juicio por el chantaje en 2015 a Mathieu Valbuena con un vídeo sexual, en el que el jugador del Real Madrid está acusado de complicidad, delito penado con un máximo de cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa.
El delantero madridista fue el único de los cinco acusados que no viajó hasta Versalles, en las afueras de París, para defenderse de las acusaciones en el juicio, al que sí acudió Valbuena, que se obstinó en implicar en el caso al que fuera su compañero en la selección francesa
El exjugador del Olympique de Marsella, actualmente en el Olympiakos, consideró «una pena» que Benzema no estuviera presente y su abogado llegó a asegurar que el madridista «teme» un careo con su cliente.
Los letrados del madridista pretextaron los compromisos deportivos del delantero, anoche en Liga de Campeones en Ucrania y el domingo próximo frente al Barcelona, y el presidente de tribunal aceptó la ausencia.
Pero en varias ocasiones lamentó no poder interrogar a Benzema, en particular sobre la conversación que mantuvo el 6 de octubre de 2015 con Valbuena durante una concentración de la selección francesa.
Ese diálogo, en el que el madridista recomendó a su compañero contactar a su amigo de infancia Karim Zenati para resolver el chantaje al que estaba siendo sometido, está en la base de la acusación contra Benzema.
Uno delos abogado del madridista, Sylvain Cormier, afirmó en declaraciones tras la sesión de hoy que «Valbuena habla desde el rencor», ya que no volvió a la selección nacional mientras que Benzema «sobrevuela el fútbol actual», ya que es uno de los candidatos al Balón de Oro y ha vuelto al equipo francés.
MALAS INTENCIONES
Valbuena insistió en que sintió que tras su conversación el delantero del Madrid estaba implicado en el chantaje y negó la tesis mostrada por Benzema durante la instrucción de que su única intención era ayudarle.
«Si quería ayudarme y tenía un amigo del alma que podía hacerlo solo tenía que pedirle que destruyera el vídeo», dijo Valbuena, acosado por las preguntas de los abogados de Benzema.
Para ellos, el madridista no tenía ningún motivo de dañar a Valbuena y pusieron en duda que aquella conversación fuera, como interpretó el exjugador del Marsella, para intimidarle.
«Tenemos la suerte de contar con su testimonio, no con el de Benzema», insistió el presidente del tribunal, Christophe Morgan.
Antoine Vey, otro de los abogados de Benzema, recordó que durante la fase de instrucción demandaron en muchas ocasiones un careo con Valbuena, que el juez rechazó al considerar que se trataba de afrontar dos impresiones diferentes sobre una misma conversación.
Las dudas persistirán, porque Benzema no tiene previsto acudir tampoco a los dos días que restan de vista oral, en los que el tribunal seguirá interrogando a los otros acusados y analizando las centenares de conversaciones interceptadas por la policía.
Basándose en ellas, tanto el presidente del tribunal como la fiscalía y la acusación particular pusieron contra las cuerdas a los otros cuatro acusados.
ESTUPIDEZ
Empezando por Axel Angot, experto en informática que se hizo con el vídeo de contenido sexual durante una reparación telefónica en el móvil de Valbuena en 2014 y decidió conservarlo. «Una estupidez», confesó ante el tribunal.
Cuando un año más tarde se vio apremiado por una deuda recordó la posesión del vídeo. Su versión es que no chantajeó a Valbuena, sino que trató de hacerle ver que el vídeo existía para que el futbolista le pidiera eliminarlo y, a cambio, le recompensara.
Una versión que quedó maltrecha por el interrogatorio y por las conversaciones intervenidas, hasta el punto de que el acusado acabó por confesar que «indirectamente» se trataba de chantaje.
Angot acudió a Mustapha Zouaoui, conocido por vender productos de lujo a futbolistas, quien entró en contacto con Younes Houass, una persona que había tenido contacto en el pasado con Valbuena.
Fue este último quien contactó directamente al futbolista para advertirle de la existencia del vídeo. Como el jugador no reaccionó, los chantajistas acudieron a un amigo de Benzema, Karim Zenati, para que el madridista interviniera.
Los acusados aseguraron que en ningún momento pretendían chantajear a Valbuena, su objetivo era obtener sus favores a cambio de evitar que el vídeo fuera publicado.
Pero los registros telefónicos y algunas declaraciones durante la instrucción ponían en cuestión esa buena voluntad.