Daniel Gómez (ALN).- El geólogo venezolano Iván Sandrea se formó en Reino Unido. Luego trabajó con BP, Statoil y hasta con la OPEP. De ahí fue a México, donde en 2014 montó la primera petrolera privada del país. Una firma que acaba de vender al grupo alemán DEA. Así es como se une al club de venezolanos que ganan millones en el extranjero. El club que conforman Juan Carlos Escotet, Andoni Goicoechea y ahora también Iván Sandrea.
El geólogo venezolano Iván Sandrea es más que un trotamundos. También es el hombre que fundó la primera petrolera privada de México, la primera que halló crudo en el país, y la primera que hace un gran negocio tras la reforma energética.
Sierra Oil and Gas, compañía que fundó Sandrea en 2014, pasará a manos alemanas. Deutsche Erdoel, más conocida como DEA, compró las operaciones del grupo mexicano al pagar 500 millones de dólares, adelantó Financial Times.
Aparte del monto no se sabe nada más. Los términos de la adquisición son confidenciales. La valoración de la nueva compañía también. Por lo que tampoco es posible calcular cuánto corresponderá a Sandrea.
Se confirma que los venezolanos son duros hombres de negocios. No sólo en Venezuela. También en el exterior
Lo que sí se sabe, y también se confirma, es una tendencia que se está haciendo común en los últimos años. Los venezolanos son duros hombres de negocios. No sólo en Venezuela. También en el exterior.
El primero en demostrarlo fue el magnate Juan Carlos Escotet. El fundador del imperio Banesco en Venezuela, creó en España Abanca tras comprar un histórico pero pequeño banco en Galicia. Una entidad que luego convirtió en una potencia al norte del país que ya mira a lo global. En concreto a Portugal.
El éxito de los venezolanos no sólo corresponde a grandes hombres de negocios. También a emprendedores. Ahí está el caso de Andoni Goicoechea. Este venezolano, criado en el seno de una familia trabajadora, se mudó a España a trabajar como médico. Sin embargo, el destino le quería fuera de los hospitales.
Goicoechea un día decidió emprender y entonces montó una hamburguesería en Madrid. La llamó Goiko Grill, la marca que hoy da nombre a una cadena con más de 80 restaurantes en España y que está valorada en 150 millones de euros. Eso después de que la comprara el fondo L Catterton, que pagó 120 millones de euros a Goicoechea.
Con la venta de Sierra, Sandrea, un geólogo formado en Reino Unido, quien luego ocupó cargos de relevancia en Statoil y British Petroleum, quien fue representante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ante las Naciones Unidas, y quien fue socio director en Ernst & Young, se une al club de Escotet y Goicoechea.
La venta a DEA
Una vez se combinen todos los equipos y las actividades, Sierra pasará a ser subsidiaria de DEA. Así es como se generará la tercera firma más grande en exploración y producción petrolera en México por número de contratos obtenidos.
Se trata de un acuerdo de doble vía. Para DEA porque quiere crecer en México. Lo ve como un país estratégico, sobre todo después de no conseguir la autorización para entrar en el mercado estadounidense.
Al respecto de México, dijo la directora ejecutiva de DEA, Maria Moraeus Hanssen, en un comunicado: “La adquisición de Sierra le permitirá a la DEA alcanzar materialidad en el altamente competitivo mercado mexicano y nos proporcionará una cartera de exploración y evaluación de alta calidad en uno de los países más buscados del mundo”.
Por su parte, Sierra necesitaba un impulso. Más capacidad financiera y operativa. Sobre todo, después del descubrimiento en el pozo Zama, cuyo desarrollo demanda una inversión de 3.000 millones de dólares. Sin olvidar los otros seis pozos conseguidos en las subastas petroleras.
Los mensajes de Sierra a López Obrador
Cabe recordar que la venta coincide con la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente. En la investidura el mandatario dijo que se “respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores”. Pero en el futuro: ¿se mantendrá el marco legal?
Morena, el partido de López Obrador, tiene mayoría absoluta en el Parlamento, y ya son conocidas las intenciones del presidente de devolverle el poder a Pemex. Justo lo contrario de lo que buscaba la ley energética de 2014, cuyo objetivo era terminar con los 80 años de monopolio de la petrolera estatal.
Si bien López Obrador se comprometió a respetar los contratos con las petroleras privadas, sí paralizó el calendario de subastas. Eso no sentó bien en el sector. Y, aun así, Sierra dijo que esto no influyó “en lo más mínimo” en la operación de venta.
Sierra sobre la operación: “Acordar asociaciones no es algo que se pueda lograr de un día para otro en la industria petrolera mundial. Llevamos meses trabajando en esto”
“Acordar asociaciones no es algo que se pueda lograr de un día para otro en la industria petrolera mundial. Llevamos meses trabajando en esto, inclusive antes del inicio de las campañas políticas para las pasadas elecciones federales”, aclaró Sierra en un comunicado.
No es la única referencia al presidente en este texto. “Andrés Manuel López Obrador ha hecho un llamado a acelerar las inversiones e incrementar la producción, y en eso estamos comprometidos. México nos necesita a todos: Gobierno y sector privado. Así lo ha dicho la nueva Administración y nosotros confiamos en su palabra. Si nos dan los tiempos que exige una producción segura, responsable y sustentable, los resultados serán evidentes en los plazos previstos”.
Luego hay otra mención al presidente. En esta ocasión implícita. Hay un hecho, y es que cuando se concrete la fusión, la primera petrolera privada de México pasará a ser alemana. Esto también hay que aclararlo: ¿Será que dejaron de confiar en México?
“Los activos de Sierra y su gente están evolucionando y seguirán creciendo de la mano de DEA. México sigue siendo atractivo y la prueba está en que todo el equipo se fusiona con DEA y haremos un pozo más que no estaba planeado”.
El gigante que se forma en Alemania
Sierra fue elegante con el tema López Obrador. De hecho, aclaró, por si siguen quedando dudas, que el acuerdo con DEA “refleja la confianza” que tienen en México y “el compromiso en contribuir a recuperar la producción petrolera de los mexicanos y en descubrir más reservas”.
DEA, por su parte, se ahorra las explicaciones. Su apuesta por México es decidida. Entró en el país en 2015, aprovechando la reforma energética, abriendo oficinas en Ciudad de México y Villahermosa.
Luego ganó contratos. De hecho, ya el grupo opera en el campo terrestre Ogarrio, con una producción aproximada de 10.000 barriles de crudo diarios. También participa en bloques de exploración en las cuencas Tampico Misantla y Sureste.
Cuando se concrete la adquisición de Sierra, DEA agregará al portafolio otro bloque de producción en tierra y 10 bloques de exploración, incluido el descubrimiento de Zama, del cual se espera que, en 2022, produzca entre 400 y 800 millones de barriles de petróleo.
No hay que perder de vista que, en septiembre de 2018, LetterOne –vehículo de inversión del multimillonario ruso Mikhail Fridman y máximo accionista de DEA- firmó con el grupo químico alemán BASF para fusionar los negocios de hidrocarburos y crear Wintershall DEA.
Este acuerdo, que resultará de una operación de miles de millones y todavía no cuenta con la autorización del regulador, conformará la principal compañía independiente de exploración y producción en Europa. Se espera que para 2019 eche a andar. Mientras, el venezolano Iván Sandrea celebra la operación.