Daniel Gómez (ALN).- Xiaoyu Lu, investigador de la Universidad Nacional Australiana, está en la zona cero del coronavirus, Wuhan. En conversación con el diario ALnavío cuenta que el día a día en la ciudad, su ciudad, es tranquilo. Principalmente porque no pueden salir a la calle. No obstante, agrega que, si bien el número de contagios es cada vez menor, la situación “sigue siendo severa”. La prueba es que Wuhan continúa bloqueado. El bloqueo, aunque esto no es una novedad, también afecta a los medios de comunicación. En las críticas a la gestión de Xi Jinping. “La censura siempre ha estado ahí y no hay cambios en ese terreno”, dijo.
Xiaoyu Lu es experto en relaciones internacionales, gobernanza global y la política exterior de China. Trabaja como investigador del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa de la Universidad Nacional Australiana en Canberra. Es chino. Es de Wuhan. Ahí vive desde principios de 2020, cuando exhausto por los incendios que golpeaban Australia, decidió tomarse unas vacaciones en su ciudad natal. No sabía lo que le esperaba. No sabía que en pocos días Wuhan se convertiría en la zona cero del coronavirus.
Xiaoyu Lu ha sido testigo de cómo esta enfermedad revolucionó Wuhan, China y el mundo. Testigo de cómo gobiernos de todas las partes repatriaban a sus ciudadanos en una cuarentena sin precedentes. De hecho, su esposa e hijos pequeños, con pasaporte alemán, fueron repatriados en aquel operativo. Xiaoyu Lu también ha visto cómo del miedo inicial de la gente, por el virus, por el bloqueo del Ejército, por la falta de información, se ha pasado a una situación de calma.
“La vida cotidiana es tranquila, excepto porque no se puede salir al aire libre. El bloqueo se prolonga ya por más de un mes”, declaró al diario ALnavío Xiaoyu Lu.
Este investigador explica que la situación del coronavirus está controlada en muchas provincias de China. En Hubei, cuya capital es Wuhan, también. Respecto a su ciudad, recordó que el número de casos infectados sigue en aumento, aunque menos que antes.
“Hablamos de cientos por día. Es mucho menos que antes, cuando había miles por día, pero todavía nos hallamos ante una situación severa”, agregó.
Este miércoles el gobierno de Xi Jinping informó de 52 nuevas muertes y 406 nuevos casos en China. Es la menor cifra en tres semanas y una muestra de que la enfermedad remite. Pese a todo, Xiaoyu Lu advierte que la situación sigue siendo severa. Hubei, Henan, Henan y Anhui son las provincias más afectadas en la actualidad.
Este investigador señala varios detalles interesantes respecto a cómo en China se está llevando el coronavirus. Y es que a la situación de tranquilidad se suma la buena labor informativa de los medios de comunicación. No los censuran. Al menos, no los censuran a la hora de dar información sobre el virus. De hecho, Pekín ha levantado algunas limitaciones a los medios locales, para que así el gobierno pueda estar mejor informado.
“Las restricciones sobre los medios locales se relajaron. Aparece información y noticias hechas en el propio terreno, que también permiten al gobierno central tener una mejor idea de lo que está sucediendo localmente”. Y agregó: “La información sobre la propagación del virus y las críticas de los gobiernos locales, así como las medidas sobre el control de enfermedades, no están censuradas. El público tiene una visión generalmente clara de lo que está sucediendo y qué medidas se han tomado”.
Se puede comprobar que lo que dice Xiaoyu Lu es cierto. Hoy la agencia oficial china Xinhua tiene en la portada cómo el gobierno de Xi Jinping pone el foco en la agricultura para mejorar la situación de los más vulnerables. Es la misma noticia con la que abre Hubei Daily, el periódico de referencia en Wuhan. Este complementa la portada con noticias de cómo los médicos chinos están logrando contener el coronavirus, así como con reivindicaciones de otras partes del mundo de lo bien que está funcionando el sistema de salud de China. Una épica que se repite en los diarios principales de Pekín, Cankao Xiaoxi y Renmin Ribao, y en los de Shanghái, Xinmin Wanbao y Jiefang Ribao.
Lo que no se leen en estos periódicos son críticas contra la gestión del gobierno central, lo cual no ha de sorprender. “La censura siempre ha estado ahí y no hay cambios en ese terreno. La censura se centra en las críticas directas al sistema político y al partido”.