María Rodríguez (ALN).- Danilo Medina, presidente de la República Dominicana, ingeniero químico y economista de formación, es la gran novedad de la nueva ronda de negociaciones entre chavistas y opositores. El mandatario, de orígenes humildes, se crió bajo la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Tuvo en Juan Bosch -primer presidente tras la vuelta de la democracia al país- a su inspirador político. En 2012 Medina ganó las elecciones a la Presidencia de la nación con el 51% de los votos. En 2016 fue reelecto, esta vez con más del 60%.
La nueva ronda de negociaciones en pro del diálogo en Venezuela tiene una significativa novedad: Danilo Medina, presidente de la República Dominicana. El mandatario ha asumido su rol con determinación. Ejerció de portavoz tras las dos primeras jornadas exploratorias y constató que avanzan en la definición de una agenda sobre los principales problemas de Venezuela. A Medina le avalan en este papel de auspiciador del diálogo su trayectoria política -fue elegido presidente en 2012 y reelegido en 2016- y su formación académica.
Medina nació el 10 de noviembre de 1951 en Arroyo Cano, una comunidad rural de San Juan de la Maguana, en la región occidental de la República Dominicana. Es el mayor de los ocho hijos que tuvo el matrimonio entre Juan Pablo y Amelia, pequeños propietarios de tierras en la región. En la etapa escolar, ‘Nano’, como le llamaban los amigos, destacó por ser un estudiante sobresaliente y disciplinado, cualidad que mantuvo a lo largo de toda la faceta formativa: se graduó en Ingeniería Química en 1978 y seis años después en Economía con honores cum laude.
‘Nano’ destacó por ser un estudiante sobresaliente y disciplinado, cualidad que mantuvo a lo largo de toda la faceta formativa
El entorno familiar y la gran politización que se vivía en su San Juan natal facilitaron que Medina desarrollara una personalidad comprometida con un cambio profundo en las condiciones desfavorables en las que vivía su comunidad, según destaca la prensa dominicana afín al mandatario. De ahí que no se limitara a ser un estudiante ejemplar -se graduó de bachiller en Ciencias Comerciales con el honor de “Mejor Estudiante”-, sino que acabó por convertirse en un entusiasta activista que lo llevó a ser miembro de la Asociación Democrática de Estudiantes Sanjuaneros (ADES) en 1968.
Ya en la etapa universitaria, Medina militó en el Frente Universitario Socialista Democrático (FUSD), organización que agrupaba a los estudiantes que simpatizaban con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Esta formación política se fundó en el exilio -en Cuba– en 1939, mientras el país padecía la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
En la creación del PRD participó el profesor Juan Bosch, el único maestro reconocido en vida por Gabriel García Márquez. Bosch asumió la Presidencia del país en 1962 en un proceso democrático, el primero después de 31 años de dictadura y donde defendió a los campesinos y a los más necesitados bajo la aprobación de una Reforma Constitucional. No obstante, este Gobierno apenas duró siete meses y fue derrocado tras un golpe de Estado que derivó en una guerra civil seguida de la segunda invasión estadounidense al país (1965).
Tras la guerra, Joaquín Balaguer, escritor -como Bosch- asumió la Presidencia de la nación en unas elecciones celebradas en 1966 como candidato del Partido Reformista. Se mantuvo en el cargo hasta 1978, lo que se conoció como la etapa de “Los doce años”. En ese tiempo, la sociedad dominicana prácticamente ignoraba la democracia y los derechos humanos tras décadas de turbulencias en el ámbito político, económico y social. Balaguer volvió a ser presidente desde 1986 hasta 1996, esta vez con el Partido Reformista Social Cristiano.
En el caso de Bosch, el político no volvió a asumir la Presidencia de la República Dominicana, pero estuvo muy ligado a la política del país.
En 1973, Bosch abandonó el PRD para fundar el Partido de la Liberación Dominicana. La mayoría de líderes y militantes del FUSD, entre ellos Medina, siguieron al profesor en este nuevo proyecto por considerar que “su discurso político era el adecuado para impulsar un proceso de cambios profundos y de renovación institucional, de progreso social y de desarrollo económico y cultural en el país”. Así lo recoge en un artículo el dominicano Diario Libre.
La pasión por la política se convierte en profesión
De esta forma, la pasión de Danilo Medina por la política se fue reforzando aún más y pasó a convertirse en profesión. Designado por Bosch, Medina asumió distintos cargos tanto dentro como fuera del partido.
En el ámbito personal, Medina se casó en 1987 con Cándida Montilla, psicóloga de profesión y con la que tuvo tres hijas: Candy Sibely, graduada de Economía; Vanessa Daniela, licenciada en Derecho; y Ana Paula, estudiante de Medicina.
En las elecciones de 1994, las últimas en las que Bosch participó como candidato a la Presidencia, Medina ejerció como Jefe de Campaña
En las elecciones de 1994, las últimas en las que Bosch participó como candidato a la Presidencia, Medina ejerció como Jefe de Campaña. Esto supuso una muestra de la confianza de Bosch en Medina, y también un desafío, puesto que el partido acudía a las elecciones con la fuerza disminuida por una crisis interna.
En la legislatura que arrancó ese año, Medina ocupó el cargo de presidente de la Cámara de Diputados. Dos ejercicios después, fue secretario de Estado de la Presidencia, puesto que también ejerció entre 2004 y 2006.
Según recoge la biografía oficial del mandatario en la web utilizada para la campaña presidencial de 2016, tanto en la vida pública como privada “Danilo Medina ha mantenido un carácter austero, firmeza en los principios y flexibilidad en la aplicación de los métodos”. También ha promovido “la inclusión y la meritocracia”.
El 26 de junio de 2011, ganó las primarias del PLD y fue proclamado candidato presidencial para los comicios del siguiente año. Su culmen en la política llegó el 20 de mayo de 2012, cuando resultó elegido presidente de la República Dominicana con el 51,21% de los votos. La ciudadanía volvió a darle su apoyo en las elecciones de mayo de 2016, en las que ganó con más del 60% de los sufragios frente al 35% del rival más cercano, el empresario Luis Abinader.
Ahora le toca emplear toda su experiencia política en este nuevo reto que supone la mediación en el grave conflicto que atraviesa Venezuela.