Daniel Gómez (ALN).- Jacob Mubarak, un millonario de Bahréin, recorrió el mundo para dar una nueva vida a Víctor Martín Angulo Córdoba. Así se llama el niño peruano de 12 años que se hizo viral en redes sociales por su imagen haciendo los deberes: de noche y bajo una farola ya que su madre, Rosa, no tenía para pagar la electricidad.
La imagen de Víctor Martín Angulo Córdoba, un niño peruano de 12 años haciendo los deberes bajo la luz de una farola pues su familia no tenía para pagar la electricidad, sobrecogió al mundo, y también al millonario árabe Jacob Mubarak. Este no dudó en acudir personalmente a Perú para conocer a Víctor, reformar su hogar, su escuela, y montar un pequeño negocio para que la mamá, Rosa, pudiera recibir algún ingreso.
Mubarak conoció a Víctor la semana pasada. En su estancia en Perú, concedió una entrevista al diario Peru21, en la que revela que localizar al niño fue muy complicado. La tarea de búsqueda se la encomendó a su abogado y socio en México, Gilberto Landa Zamora. Este buscó por cientos de páginas web, hizo cientos de llamadas, muchas de ellas fallidas, y finalmente, pudo ubicar a Víctor, estudiante del colegio Ramiro Ñique.
Fue duro encontrar al niño, y también llegar a Perú. Mubarak, de Bahréin, primero viajó a Arabia Saudí para solicitar una visa de viaje al país latinoamericano dado que en su país no hay embajada peruana. En Arabia Saudí solicitó un visado que no le llegó hasta pasados los 10 días. A este tiempo hay que sumarle las 28 horas que pasó subido en un avión para completar las escalas Bahréin-Dubai; Dubai-Florida; Florida-México; México-Lima; Lima-Trujillo.
Mubarak finalmente se reunió con Víctor. Con su familia, con su madre, quien le contó, entre lágrimas, cómo el hijo se hacía preguntas que revelan lo que es: un niño, inocente. “¿Cómo es posible qué puedan verme personas de otro continente?”, se preguntaba Víctor.
Mubarak también lloró. Tuvo una infancia triste. Nunca le faltó el dinero, pero sí vivió la soledad y llegó a pensar en el suicidio. Ahora es feliz. Dirige un negocio exitoso llamado London Store y en su tiempo libre se dedica a la filantropía. Acciones como la de Víctor las ha venido haciendo en Egipto, Siria, Irak, Londres y México.