Redacción (ALN).- El inminente fallo de los tribunales de Cabo Verde sobre la extradición o no a Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab no alterará el curso de las negociaciones de alto nivel que se desarrollan para destrabar la prolongada crisis política de Venezuela, cuyo gobierno argumenta que el detenido es un diplomático, opinan analistas.
Saab, nacido en Medellín, Colombia, es considerado uno de los empresarios más cercanos al gobierno de Nicolás Maduro. Sus compañías surtieron a Caracas de alimentos para un programa social de alcance nacional y de materiales para construcción de centenares de viviendas.
Ministerios de países como Colombia, México, Estados Unidos y el Reino Unido, así como la oposición, le acusan de liderar un amplio entramado de corrupción, sobornos y sobreprecios en las contrataciones con el poder ejecutivo de Maduro.
Las autoridades de Cabo Verde, África, lo detuvieron el 12 de junio de 2020 en el aeropuerto de la isla de Sal cuando su avión se detuvo a ripostar. Entonces, inició una larga batalla judicial en esa nación para determinar si debe extraditarse o no a Estados Unidos, que le solicita desde 2019.
Una decisión final sobre el caso se espera en los próximos días de parte del Tribunal Constitucional de Cabo Verde, mientras el gobierno venezolana lo defiende como su diplomático y Rusia advierte de las consecuencias que tendría extraditarlo en el campo de las relaciones internacionales.
Giulio Cellini Ramos, abogado de la Universidad Católica Andrés Bello y analista de asuntos de política exterior, considera que una decisión sobre Saab no debe dinamitar en absoluto el desarrollo de la mesa de negociaciones.
“El simple hecho de sentarse negociar no supone que las dinámicas planteadas se detengan y que las posibilidades de jugar que tiene cada uno de los actores se vean terminadas. Es necesario que se mantengan, por el contrario, y que eso más bien le dé premura y urgencia a la necesidad de llegar a un acuerdo. El caso de Saab no pone en riesgo el diálogo”, manifiesta a la Voz de América.
Cellini Ramos, director de la firma LOG Consultancy, desestima que el gobierno de Maduro, menos la oposición venezolana que protagoniza el diálogo, se retire de la mesa de negociaciones por un desenlace del caso Saab en momentos cuando ambas facciones aspiran a reanimar el tema electoral.
De cara a las votaciones regionales del 21 de noviembre, en Venezuela, ambas partes entienden “que hay que negociar más rápido”, indica.
Insiste en que “la dinámica internacional no se detiene” mientras avanzan las negociaciones políticas. Recuerda el caso de las conversaciones para lograr la paz en Colombia durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
“Negociaban con las FARC, pero la persecución del Estado a la guerrilla se mantenía. Cuando tuvieron la oportunidad de darle de baja a ‘Alfonso Cano’, principal cabecilla de las FARC, el gobierno colombiano no vaciló”, acota.
Sin poder en el caso
El politólogo y consultor en asuntos de opinión pública, José Vicente Carrasquero, subraya que el caso judicial de Alex Saab “no tendría nada que ver con las negociaciones” que se llevan a cabo en Ciudad de México, con la facilitación de Noruega y el acompañamiento de Rusia y Países Bajos.
Destaca que las acusaciones estadounidenses son contra él en particular, no contra Venezuela. “Saab termina siendo un confidente y un secuaz de Maduro, y evidentemente Venezuela quiere hacer todo lo posible para que este señor no caiga en las manos de la justicia norteamericana, básicamente porque develaría cómo han sido estos procesos de transacciones, corrupción, movimiento de dinero, de mercancía”, valora en entrevista con la VOA.
La defensa de Saab emitió esta semana un comunicado donde califica nuevamente de “arbitraria, ilegal e irregular” su detención y remarcan su condición diplomática. Sus abogados llamaron al Tribunal Constitucional de Cabo Verde a ejercer justicia en un caso “infectado por todas partes por defectos inconstitucionales, irregularidades, aproximaciones e improvisaciones”.
Carrasquero recuerda que la oposición venezolana “no tiene poder alguno” para alterar el curso del expediente judicial de Saab en Cabo Verde, aún si quisiera.
En todo caso, quien pudiera ponerle fin a la solicitud de extradición es Estados Unidos, pero, hasta los momentos, no hay señales de ello, dice Cellini, por su parte. Carrasquero también descarta ese escenario al corto plazo.
“Algo que caracteriza a Estados Unidos es la separación de poderes. Sería un escándalo de dimensiones mayúsculas que hubiese la posibilidad de un cambio” o negociación sobre el caso Saab en las conversaciones de México, opina.
Una eventual extradición -o no- del empresario colombiano tras un fallo judicial en Cabo Verde solo debería provocar “satisfacción emocional” para la oposición venezolana o el gobierno de Maduro, según sea el caso, advierte Carrasquero.