David Placer (ALN).- La publicación de una sorpresiva oferta en un grupo de venezolanos en Barcelona en Facebook ha encendido el debate entre las venezolanas. Un hombre español ofrece papeles a cualquier venezolana que le permita cumplir su sueño: ser padre. Pero el anuncio no es lo que parece
El anuncio fue publicado sin comas, puntos ni acentos, como si su remitente tuviese mucha urgencia por difundirlo. Sobre fondo azul, como una plantilla simpática de Instagram en la que se dan buenos deseos o se reparten oraciones y bendiciones, el mensaje es directo, sin rodeos. “Hola quien necesita casarse con un Español pido a cambio que me haga padre”.
Ocurrió hace pocos días en un grupo de Facebook de “Venezolanos en Barcelona” (España), donde los usuarios comparten inquietudes, ofertas de trabajo, piden y dan recomendaciones y venden productos de todo tipo.
Jorge quiere ser padre, pero no puede por los métodos tradicionales. Es gay y busca una mujer que acepte su condición. Su amiga venezolana le habló de la desesperación en el colectivo de inmigrantes de Venezuela. Por eso publicó el anuncio: nacionalidad por niño. Pero no dio resultado
El autor del mensaje lanzaba su mensaje desesperado. A sus 37 años, quiere ser padre. Es uno de sus deseos más íntimos. Lo ha intentado por todas las vías que ha podido, menos por la tradicional.
El autor del mensaje, que ha pedido reservar su nombre en el anonimato, ha escuchado ofertas de clínicas de gestación subrogada, pero ha descartado el sexo con una mujer. Vive en Barcelona, es gay y una amiga venezolana, conocedora de sus deseos de ser padre, le dio una recomendación: “Publica un mensaje en los grupos de venezolanos de Facebook. Hay muchas venezolanas que necesitan papeles y tal vez te puedan hacer padre”.
Las reacciones fueron inmediatas. El mensaje corrió como pólvora por otros grupos de Facebook y Whatsapp. Creían, sin conocer las condiciones personales de su autor, que el hombre pretendía aprovecharse sexualmente de las venezolanas. Otros se indignaron y amenazaron al autor.
Jorge (nombre ficticio) ha accedido a explicar las motivaciones de su mensaje con la condición de mantener su nombre real en el anonimato. Cuando publicó el anuncio, lo hizo con su perfil público, donde se pueden ver sus fotografías personales y sus amigos. Pero, al comenzar a recibir insultos y amenazas, se dio cuenta de que había cometido un error. Ahora quiere mantener su identidad oculta por temor a más represalias.
“Fue una estupidez. He recibido amenazas de muerte de fanáticos religiosos y también de feministas. Mucha gente no supo entenderme, y me acabaron insultando y amenazando. Eso fruto de un consejo de una amiga para que yo pudiera encontrar una chica que me aceptara mi sexualidad y me ayudara a ser padre”, explica Jorge, de 37 años.
El administrador del grupo aseguró que recibió 35 denuncias de usuarios por tratarse de una publicación inapropiada. Y procedió a su eliminación debido a la enorme cantidad de quejas.
Denuncias y ofertas de clínicas
“No se puede utilizar un grupo de venezolanos que está destinado a la colaboración para hacer este tipo de propuestas. Tratar la paternidad y la maternidad como una mercancía no es lógico y sospecho que tampoco debe ser legal”, explica una de las venezolanas que denunció al usuario.
Otros usuarios tomaron a oferta a modo de broma. “Conozco a un amigo venezolano que también está buscando la nacionalidad española pero no creo que sirva para esta oferta porque no puede quedar embarazado”, explicó otro usuario venezolano en un grupo de Whatsapp.
Pero Jorge cree que su propuesta no fue entendida. No es un explotador sexual, simplemente es un hombre homosexual que no puede ser padre por la vía biológica y convencional. Y tampoco tiene dinero para los servicios de una clínica de gestación subrogada en las que mujeres se ofrecen para dar a luz a niños de parejas o de padres o madres solteros.
“Los millonarios lo hacen discretamente por el sistema de clínicas de subrogación. Los pobres no podemos permitirnos pagar 40.000 o 50.000 euros en estos procedimientos”, explica el hombre que revolucionó los grupos de venezolanos esta semana. Y entonces, comenzó a recibir gran cantidad de ofertas de servicios. “La verdad que me sorprendió el montón de clínicas de subrogación que me escribieron. No sabia había tantas”, añade.
Además de las clínicas de maternidad subrogada, comenzó a recibir mensajes de venezolanas apenas publicó el anuncio. Pero asegura que ninguna era seria. Todas eran motivadas por la desesperación de las mujeres que viven en Venezuela y que intentan salir con cualquier método.
“Muchas me dijeron que se ofrecían después de que le pagara el pasaje. Las respuestas no eran serias. Se veía el ánimo de aprovechamiento económico fruto de la necesidad extrema”, explica el autor del anuncio.
Ahora, después del revuelo, es consciente de que Facebook tampoco es el mejor medio para buscar una mujer que le permita ser padre. Seguirá buscando otras vías para su propósito. Pero sabe que no lo tendrá fácil, porque, al igual que muchos de los venezolanos recién llegados a España, no tiene dinero, no dispone de ahorros. Por eso, buscaba un trueque entre necesitados: nacionalidad por niño. Un intercambio entre pobres y desesperados.