Redacción (ALN).- Fue una misión secreta. Muy pocas personas en la Casa Blanca sabían que Richard Grenell, embajador de EEUU en Alemania, estuvo negociando con el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, la marcha de Nicolás Maduro del poder. No prosperó.
La reunión secreta para negociar la salida de Nicolás Maduro tuvo lugar en Ciudad de México a mediados de septiembre a petición de Estados Unidos.
El enviado del presidente, Donald Trump, fue el embajador en Alemania y exdirector interino de la Agencia de Inteligencia Nacional, Richard Grenell. Por parte de Maduro acudió uno de los hombres que conforman su círculo de poder: el vicepresidente de Comunicación, Jorge Rodríguez.
La agencia Bloomberg, que dio la exclusiva citando a cuatro fuentes familiarizadas con la reunión, afirmó que las conversaciones “no tuvieron éxito” e incluso cuestionaron que en Caracas estuvieran abiertos a que Maduro saliera del poder.
Las fuentes, no obstante, dieron versiones contradictorias de la reunión. Mientras dos de las personas consultadas por Bloomberg expresan dudas de que Trump haya permitido el encuentro, las otras dos confirman que el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, con la autorización del presidente, orquestó la misión de Grenell.
Estas dos últimas fuentes también dijeron que la reunión se realizó a espaldas del Departamento de Estado y del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo. Este se enteró de las conversaciones una vez concluyó la reunión. Tampoco tuvo constancia del encuentro el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landadu.
Las conversaciones entre EEUU y funcionarios de Maduro forman parte de una ofensiva de Trump por conseguir resultados en materia de política exterior antes de las elecciones del 3 de noviembre, dijo Bloomberg.
Otro detalle de la nota es que Jorge Rodríguez voló a México a última hora del 16 de septiembre a bordo de uno de los aviones presidenciales de Venezuela. El vuelo fue disfrazado en los registros como un viaje de la aerolínea venezolana Conviasa.