(EFE).- Investigadores belgas han demostrado que un tratamiento que combina dos medicamentos existentes puede no solo rejuvenecer el cerebro, sino protegerlo de lesiones, abriendo el camino a nuevos medicamentos para tratar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
El descubrimiento, publicado en la revista científica NPJ Regenerative Medicine, ha sido llevado a cabo por biólogos de la Universidad de Lovaina (Bélgica), informó la agencia Belga.
El hallazgo se ha logrado gracias al killi, un pequeño pez africano de color turquesa que vive en charcas de agua de lluvia, motivo por el que el animal solo tiene unos pocos meses para crecer y reproducirse y su desarrollo es acelerado, incluido el envejecimiento.
De hecho, este animal tiene el ciclo de vida más rápido de todos los organismos vertebrados conocidos, con una duración de cuatro a seis meses.
Además, el proceso de envejecimiento del killi es parecido al de los humanos e incluye entre otras cosas una pérdida de memoria (demencia).
El departamento de biología de la Universidad de Lovaina, el único que trabaja en estos momentos con este animal, se propuso encontrar «los mecanismos subyacentes responsables de la débil capacidad de reparación de las células cerebrales» que actúan en el killi.
Así, los científicos descubrieron que su cerebro estaba sujeto a «senescencia celular», es decir, las células cerebrales «enfermas» o «envejecidas» están presentes en grandes cantidades y segregan «sustancias nocivas» que «impiden el funcionamiento normal y la recuperación de las células cerebrales circundantes».
Sin embargo, existen medicamentos, el Dasatinib y el Quercetin, que pueden «matar» estas células y durante el estudio fueron administrados primero en combinación a los peces durante una semana.
«No solo rejuvenecimos el cerebro, sino que también mejoramos su capacidad de recuperación: los peces más viejos tenían más células madre en división después del tratamiento que podían convertirse en nuevas células nerviosas, que son necesarias para reparar el cerebro después de una lesión o enfermedad», explicó la investigadora Jolien Van Houcke.
El estudio confirma que la combinación de fármacos también puede dar solución a enfermedades vinculadas al envejecimiento del cerebro, como en el caso de los pacientes con alzhéimer o párkinson.
Sin embargo, se necesitan más estudios clínicos para demostrar los efectos en humanos.