Daniel Gómez (ALN).- La filial estadounidense de Banco Mercantil es una entidad nueva. Independiente y desligada de la matriz en Caracas. Así lo decidió el grupo ahora que prepara su salida a la Bolsa de Nueva York. Como reconoce la entidad en un informe reciente, la inflación, los controles cambiarios y las sanciones a funcionarios venezolanos suponen demasiados riesgos para que triunfe la operación.
La inestabilidad política, la hiperinflación, el éxodo, las sanciones internacionales… Son tantas las amenazas en Venezuela que Banco Mercantil prepara el salto a la Bolsa de Nueva York desvinculándose de la matriz en Caracas. La consigna es clara: hay que minimizar riesgos.
El 15 de diciembre de 2017 los accionistas del grupo aprobaron la escición de Mercantil Bank Holding Corporation, la subsidiaria en Estados Unidos, para que sea una empresa nueva e independiente. Y que, por tanto, sea esta la que cotice en el Nasdaq, el índice elegido para realizar el lanzamiento.
“Creemos estar mejor posicionadas como empresas separadas e independientes para capturar oportunidades de crecimiento operando con mayor enfoque en los respectivos negocios. Estamos seguros de que la separación creará dos compañías con mayor potencial para el futuro”.
Así explica la decisión el presidente de Banco Mercantil, Gustavo Vollmer, en una nota remitida a los accionistas el 10 de agosto, mientras ultiman el proceso de separación y salida a Bolsa de la filial estadounidense.
3.000 millones de dólares amenazados
En un informe adjunto a la nota, Mercantil amplía los detalles que motivaron la decisión. En el apartado de riesgos, reconoce cómo las operaciones en Venezuela son una amenaza para sus negocios.
Por un lado, están los depósitos del grupo. En el primer trimestre de 2018, 47,5% de los ahorros que gestionaba el banco eran de venezolanos. Eso equivale a 3.000 millones de dólares, una cifra 23,9% menor que la registrada en el informe anual de 2015.
Vollmer: “Estamos seguros de que la separación creará dos compañías con mayor potencial para el futuro”
“Esta caída se debe en parte a las acciones que tomó la compañía para reducir los costos de cumplimiento debido a las condiciones económicas de Venezuela, lo cual afectó adversamente a nuestros clientes venezolanos”, explica el informe.
El peligro de que los depósitos sigan cayendo está ahí. Lo dice el propio Mercantil. “Una disminución significativa o repentina en nuestros depósitos de clientes venezolanos podría afectar negativamente nuestros resultados de operación y condición financiera, incluida la liquidez”.
En el informe, el grupo también advierte los riesgos de la inflación y la incertidumbre monetaria. De hecho, advierte cómo “difieren ampliamente” los controles monetarios en Venezuela de las tasas de cambio del mercado abierto.
Las sanciones pueden afectar al banco
Por otro lado, están las sanciones. El Departamento del Tesoro de EEUU ha castigado en la última década a 70 funcionarios chavistas relacionados con delitos de drogas, lavado de dinero y tráfico de armas. Una tendencia, la de las sanciones, que se ha agudizado en el último año para aumentar la presión contra el régimen de Nicolás Maduro. No sólo por parte de Estados Unidos, sino también de la Unión Europea y Canadá.
Este factor no pasa por alto para Mercantil. Apunta en el informe que hubo Órdenes Ejecutivas de Washington que sancionaron “al gobierno, a entidades venezolanas y a ciertas personas venezolanas”.
Y esto sin duda es una amenaza. Aunque los ejecutivos de Mercantil no estén implicados en los delitos, si la Administración estadounidense detecta irregularidades en las cuentas del banco implicadas con los sancionados, al grupo le ocasionaría problemas como multas e, incluso, una posible suspensión de las operaciones.
“Aunque creemos que nuestros programas de cumplimiento son suficientes para cumplir con las normas y regulaciones aplicables, no podemos garantizar que nuestro programa evitará todos los intentos de los clientes para utilizar el banco en operaciones de lavado o financiamiento no permitido en virtud de la corriente de sanciones contra Venezuela, y ciertas personas allí”, explica.
Agrega que, si las autoridades estadounidenses detectan irregularidades en el banco, este “estaría sujeto a responsabilidades, como multas y órdenes de cese”. Una serie de asuntos que afectarían al plan de negocio del grupo, y, en consecuencia, a los accionistas. Que es justo a quienes quieren proteger.
Buscando lo mejor para el accionista
En el apartado de riesgos, Mercantil no sólo alude a Venezuela. También dice que otras filiales de la empresa, como las de Brasil, México, Colombia, Chile y Perú, se exponen a crisis propias de un mercado emergente como Latinoamérica.
No obstante, los problemas verdaderamente graves en la región -la hiperinflación, la crisis política, los 2,3 millones de venezolanos que abandonaron el país según la ONU y la amenaza de las sanciones- se dan en Venezuela.
Y con un panorama así, la mejor forma de acudir a la Bolsa de Nueva York y proteger el desempeño de la acción es separar, por completo, la filial estadounidense.
Mercantil Bank es el quinto banco más grande de Florida con 8.400 millones de dólares en activos
Mercantil Bank es un grupo bancario con sede en Coral Gables, Miami, desde 1979. En estas casi cuatro décadas de operaciones, el grupo se posiciona como el quinto banco más grande de Florida. Acumula activos por 8.400 millones de dólares, depósitos por 6.300 millones y cuenta con un capital ordinario de 712 millones, según las cuentas del primer trimestre de 2018.
Mercantil Bank opera 15 centros bancarios en el sur de Florida, siete en Houston y una oficina comercial de préstamos inmobiliarios en Manhattan. Un total de 100.000 clientes, la mayoría de ellos de alto perfil y carácter internacional.
La matriz venezolana ya colocó las acciones en circulación y desde el 2 de abril de 2018, hay un fideicomiso que busca facilitar la separación definitiva de la filial estadounidense. Cuando se completen todas estas formalidades, los títulos de la empresa comenzarán a circular en el Nasdaq.
Dilatada experiencia en el mercado bursátil
No es la primera vez que las acciones de Banco Mercantil se transan en la Bolsa de Nueva York. Cuando en 1987 adquirió Commercebank, una institución financiera con sede en Florida, Mercantil inició en EEUU el programa American Depositary Receipts (ADR) para acciones de clase B (títulos que otorgan mayor rentabilidad, pero menos derechos de voto).
El programa ADR es un certificado emitido por un banco estadounidense -en este caso Commercebank-, que representa una cantidad específica de acciones en acciones extranjeras negociadas en cualquier índice estadounidense.
Esta operación la replicó el banco en 2006 cuando compró el Florida Savings Bank. Tras esa operación emitieron un programa de las acciones de clase A (menos rentabilidad, más derechos de gobierno) que cotizaban en la Bolsa de Valores de Caracas.
Movimientos como este son los que convierten a Mercantil en una entidad de referencia dentro del mundo bursátil. El banco, fundado en Caracas en 1925, fue reconocido como una de las 2.000 cotizadas más grandes del mundo. Figuró en el puesto 648 del ranking que publicó la revista Forbes en 2015.
En Venezuela es el tercer banco privado en orden de importancia. Primero está Banesco, del magnate Juan Carlos Escotet, y segundo el Provincial, la filial venezolana del grupo español BBVA.
A Mercantil le gusta ser el primero
Mercantil ha sido un pionero. En 1997, antes que nadie en Venezuela, el grupo disponía de una banca online. También fue el primer grupo financiero del país en internacionalizar las operaciones. En 1975, abrió oficinas de representación en Nueva York, Londres y Frankfurt, los centros financieros del momento.
Con la salida al Nasdaq, Mercantil vuelve a ser el primero una vez más. Y es que su estrategia para reducir riesgos con Venezuela difiere mucho de la emprendida por Escotet con Banesco. Este último internacionalizó el holding comprando una entidad en España, lo que luego se llamó Abanca. Y a ‘banco nuevo, vida nueva’.
No ocurre lo mismo con Mercantil. Es cierto que la subsidiaria estadounidense pasará a ser una nueva entidad, autónoma y desgajada de la matriz de Caracas. Pero para zanjar la ruptura y cumplir con los criterios de transparencia que pide el Nasdaq, tuvo que dar cuenta a sus accionistas de los riesgos a los que se exponía. No se dejó nada por detrás pues habló desde la hiperinflación hasta las sanciones.
Ahora a Mercantil le esperan otras entidades latinoamericanas que ya cotizan en la Bolsa neoyorquina. La petrolera estatal colombiana Ecopetrol cotiza allí. América Móvil, la teleco del magnate mexicano, Carlos Slim, también. Y lo mismo ocurre con otras firmas de la región como Banco de Chile, Bradesco de Brasil y la argentina Mercado Libre.
Además, en Nasdaq, Mercantil se codeará con Apple, Google, Amazon y otros grandes valores tecnológicos de EEUU.