María Rodríguez (ALN).- Los presidentes de EEUU y México manifiestan sintonía en un campo en el que se esperaba que saltasen chispas: el migratorio. Ambos países han acordado un plan de inversión de 35.600 millones de dólares para el desarrollo de Centroamérica. El desembolso se iniciará en enero de 2019.
Se esperaba que saltasen chispas en la escena internacional entre el presidente estadounidense Donald Trump y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, pero la realidad está yendo por otros derroteros. Sobre todo en el campo más delicado, en el que casi nadie se pone de acuerdo, ni siquiera en Europa. El vinculado con la migración, los refugiados y el desarrollo económico regional.
A pesar de las pretensiones de Trump de construir un muro en la frontera con México y de amenazar a la caravana de inmigrantes centroamericanos con la Guardia Nacional de EEUU, lo cierto es que hay una clara sintonía entre ambos mandatarios.
Esto lo demuestran los 35.600 millones de dólares que Estados Unidos y México han acordado destinar al desarrollo de los países centroamericanos del llamado Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y al sur mexicano.
Se trata de una especie de Plan Marshall que espera dar sus frutos pronto. Entre ellos frenar la ola de migrantes que busca alcanzar territorio estadounidense. También una fórmula bilateral para llevar a cabo directrices del Pacto Mundial sobre la Migración y el Pacto Mundial sobre los Refugiados en el marco de Naciones Unidas, aunque EEUU no firmase ninguno de ambos. Y es que Trump ya ha demostrado que es más de acuerdos bilaterales o trilaterales (TLCAN 2) que multilaterales.
El monto del acuerdo lo dio a conocer este lunes el canciller mexicano Marcelo Ebrard en Twitter. Dijo que este desembolso se iniciará en enero de 2019.
México realizará la más grande inversión de los últimos años en el sur del país.Estados Unidos aportará 4.8 mil millones a partir de año entrante para aumentar la creación de empleos y crecimiento económico.También se invitará al sector privado con un clima de inversión positivo. pic.twitter.com/bvpsO6nadF
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) 18 décembre 2018
Esta sintonía entre López Obrador y Trump no es nueva. “Lo llevan demostrando ya hace tiempo. Pese a que parecía que podían saltar chispas hay más pragmatismo en ambos de lo que cabría haber aventurado”, subraya al diario ALnavío Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
Ya en el discurso de investidura López Obrador dio muestras de esta sintonía. “Mantendremos buenas relaciones con todos los pueblos y gobiernos del mundo, por eso agradezco la presencia del señor Michael Pence, vicepresidente de EEUU”, dijo.
Igualmente, López Obrador destacó que desde el 1 de julio (día de las elecciones presidenciales mexicanas) ha recibido “un trato respetuoso” del presidente Donald Trump, a quien agradeció que como gesto de amistad enviase a la ceremonia de investidura a su hija Ivanka.
Según Núñez, la clave está en que ambos países han llegado a una misma conclusión: que Centroamérica por sí misma no puede hacer frente a los problemas sociales que padece. Tampoco a la penetración del crimen organizado. Aquí el experto recuerda que México es zona de paso de inmigrantes y que EEUU es destino de esos inmigrantes. En este sentido apunta que la solución ha de ser a escala regional “y donde EEUU tiene mucho que decir”.
Ya en el discurso de investidura López Obrador dio muestras de esta sintonía
En este sentido, Karina Cáceres, miembro de la Red de Politólogas de América Latina, sostiene que “lograr acuerdos y proponer otras alternativas al muro me parece un buen camino”. Apunta que este tipo de propuestas de inversión en desarrollo en los países de origen no son nuevas y muchas de ellas tienen su base en las tesis del politólogo francés Sami Naïr y su fórmula del codesarrollo para mitigar los flujos de migrantes (principalmente africanos) a los países desarrollados (europeos)”.
Y para ello están los 35.600 millones de dólares del plan EEUU-México. De ellos, 25.000 corresponden a un plan anunciado por López Obrador para invertirlo en cinco años en el sur del país, como parte del mismo programa de desarrollo.
A esto se suman 5.800 millones de dólares de EEUU para emprender reformas institucionales y de desarrollo económico en Guatemala, Honduras y El Salvador, por medio de fuentes privadas y públicas.
EEUU destinará otros 4.800 millones de dólares para México, de los cuales 2.000 millones irán a la empobrecida zona sur, según el acuerdo.