Daniel Gómez (ALN).- ¿Qué pasa con el TPS (Estatus de Protección Temporal) para los venezolanos? ¿Y qué con el apoyo a Juan Guaidó? ¿Y qué con las sanciones? ¿Y qué con los tuits sobre Venezuela? ¿No había reuniones con China? ¿Y con Rusia? ¿Y qué pasa con la intervención militar? ¿No estaban todas las opciones sobre la mesa? ¿Qué pasa con Venezuela? En la hora y 20 minutos que duró el discurso con el que Donald Trump se relanzó a la Presidencia de Estados Unidos, apenas tuvo una frase para Venezuela. Tres años hablando de Venezuela para terminar en una frase.
“Estamos colocando en primer lugar a Latinoamérica. Nuestro país está en contra de los regímenes. Respaldamos a los pueblos de Cuba y Venezuela en favor de su justa lucha por la libertad”.
He aquí la frase que dedicó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Venezuela. Es como si de repente, los tres años que lleva arremetiendo contra Nicolás Maduro; los dos años que lleva repitiendo que todas las opciones están sobre la mesa, amenazando con una intervención militar; los seis meses que lleva alentando a Juan Guaidó, apremiando a los venezolanos con que el fin del régimen está cerca; los seis meses de reuniones que sus asesores han mantenido con altos funcionaros de Moscú, de Pekín, incluso de Caracas, la designación de Elliott Abrams como enviado especial para Venezuela… Es como si de repente todo esto desapareciera. Es como si de repente se olvidara de que Venezuela ha sido el eje de la política internacional del mandatario hacia la región.
Seguramente sus asesores le habrán dicho que centre su discurso en política doméstica. Salvando China, apenas habló de otros países como Irán e Israel. No obstante, por los antecedentes ya mencionados en el párrafo anterior no se justifica que Trump se olvidara de Venezuela.
Conocida es su frase de “liberar a Occidente del socialismo”. En febrero de 2019 llegó a decir que en América Latina se “acerca un nuevo día”. Lo dijo también desde Florida. En la tierra de los latinos, apenas una frase para ellos. Y a continuación, un saludo a los senadores republicanos que han liderado esta causa. “Gracias, Marco y Rick”, dijo en referencia a Marco Rubio y Rick Scott, ambos de raíces cubanas.
Trump habló en el Amway Center de Orlando. Abarrotado por 20.000 simpatizantes y fanáticos que repetían con ánimo su gran consigna. La misma con la que conquistó la Casa Blanca en 2016. “Make America great again”. La misma que inspiró su nuevo eslogan. “Keep America great again”.
Esa multitud también abucheaba. Lo hacía cuando Trump mencionaba una palabra: socialismo. “Los republicanos no creemos en el socialismo. Creemos en la libertad”, señaló mientras al fondo resonaban expresiones de desprecio. Tal vez estas frases contra el socialismo pudieran entenderse como una mención a Venezuela y Cuba. Pero lo cierto es que más bien se enfilaron hacia el Partido Demócrata.
“Imagínense que tuviéramos un presidente demócrata y un Congreso demócrata en 2020. Cerrarían su libertad de expresión y utilizarían el poder de la ley para castigar a sus oponentes, lo que intentan ahora hacer de todos modos. Siempre intentarán protegerse y despojarán a los estadounidenses de sus derechos constitucionales mientras inundan el país de inmigrantes ilegales con la esperanza de que amplíen su base política y obtengan votos en algún lugar en el futuro. De eso se trata”,
“Imagínense que tuviéramos un presidente demócrata y un Congreso demócrata en 2020. Cerrarían su libertad de expresión y utilizarían el poder de la ley para castigar a sus oponentes, lo que intentan ahora hacer de todos modos. Siempre intentarán protegerse y despojarán a los estadounidenses de sus derechos constitucionales mientras inundan el país de inmigrantes ilegales con la esperanza de que amplíen su base política y obtengan votos en algún lugar en el futuro. De eso se trata”, apuntó el presidente.
Trump calificó a los demócratas de “izquierda radical”. Esa que, según él, nunca debería llegar a la Casa Blanca.
Y mientras Trump mencionaba la inmigración, una consigna espontánea emergió en el Amway Center. “¡Construye el muro! ¡Construye el muro! ¡Construye el muro!”. ¿Qué pasa con el muro, el muro en la frontera con México? “Tendremos más de 400 millas de muro construidas para fines del próximo año”.
Eso prometió. De lo que no dijo nada fue del TPS (Estatus de Protección Temporal) para los venezolanos. ¿Por qué no lo activa? Sólo en Florida, desde donde relanzó su campaña, hay al menos 150.000 venezolanos del éxodo expuestos a la deportación y a trabajar ilegalmente en Estados Unidos.