Daniel Gómez (ALN).- A la élite chavista se le acabaron las compras de Navidad en Nueva York, las vacaciones en Miami y el tiempo con los niños en Disney World. Con la última sanción de Donald Trump, a los jerarcas de Nicolás Maduro y familiares se les cierran las puertas de EEUU. Y esto para ellos es un duro golpe.
“A pesar de todo lo que dicen, les encanta ir al imperio”, dice al diario ALnavío el exembajador de Venezuela Fernando Gerbasi.
“Esta es de verdad una sanción que no afecta a los venezolanos. Es una decisión muy particular de Estados Unidos contra el régimen. Contra la realeza del régimen”, agrega a este diario una fuente de la Cancillería de Nicolás Maduro en Caracas.
Este miércoles el presidente Donald Trump tomó una nueva medida contra “la realeza” del chavismo, tal como la definió la fuente de la Cancillería.
El decreto de Trump prohíbe la entrada a EEUU a los diplomáticos de Maduro con rango de vicecanciller o superior. A los oficiales de la Fuerza Armada que son coroneles o superiores. A todos los miembros de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente. A los extranjeros que apoyan al régimen. A los que hacen negocios con sus funcionarios. Y quizá lo más importante: la sanción también afecta a los familiares directos de los señalados.
Trump todavía no ha divulgado los nombres de los sancionados. Tal como explica el decreto, el trabajo de selección le corresponde al Departamento de Estado y será este el que finalmente comunique el listado.
No obstante, apunta la fuente que ya la Casa Blanca maneja nombres. “Tienen una lista donde están los principales casos, pero hay que ir ajustando y eso llevará tiempo. Por ejemplo, muchos de los afectados están por ley casados, pero en realidad el matrimonio está separado. Entonces estas personas tendrán que acreditar ante la Fiscalía de EEUU que no están vinculados con los sancionados”, explica.
El caso del boliburgués Gustavo Perdomo, socio de Raúl Gorrín en Globovisión, sirve como ejemplo de cómo los matices son importantes en este tipo de sanciones.
Perdomo, como Gorrín, está sancionado por EEUU. Y como fruto de esas sanciones un avión suyo quedó bloqueado en ese país. Un Mystere Falcon 50EX al que hace dos días EEUU levantó las sanciones porque la asociación Abogados por Venezuela probó que el actual propietario del vehículo nada tiene que ver con Perdomo.
El proceso de selección tiene que ser minucioso. Ahora los familiares que en algún momento estuvieron relacionados al régimen tienen que probar ante la Fiscalía de EEUU su inocencia. Con lo que ello supone. Abogados, burocracia y gastos. Muchos gastos. Entonces también se entraría en un conflicto. Si esa persona no está vinculada con “la realeza” de Maduro, ¿cómo puede costearse un abogado en EEUU?
Se espera que salgan muchos nombres. Hay antecedentes. En EEUU, los bancos tienen que ser minuciosos a la hora de seleccionar sus clientes. Ninguno puede estar relacionado con el régimen. Cualquier vínculo, por mínimo que sea, puede arruinar un préstamo, una transacción, un negocio. En este momento, la herramienta que utilizan para seguir estos vínculos, World Check, contiene 605 personas relacionadas con la realeza de Maduro.
Así vigilan los bancos del mundo a los clientes venezolanos
El caso es que Trump ataca al régimen donde más le duele: la familia. Una familia a la que también le duele la sanción. Porque como explica la fuente de la Cancillería, en “la realeza” chavista las compras de Navidad en Nueva York, las vacaciones en Miami y los viajes con los niños a Disney World, eran un ritual que ahora llega a su punto final.
Según Gerbasi, la de Trump es “una medida de verdad contundente, esencial y efectiva, y lo es precisamente porque afecta a los familiares directos”. Y es que muchos de los “jerarcas tienen hijos estudiando en EEUU y realizan frecuentes viajes allá. Sé que puede sonar dramático, pero es de verdad una medida que afecta al chavismo. Si no Maduro en las negociaciones no hubiera pedido que les levantaran las sanciones”.
“Esta es de verdad una sanción que no afecta a los venezolanos. Es una decisión muy particular de Estados Unidos contra el régimen. Contra la realeza del régimen”, agrega a este diario una fuente de la Cancillería de Nicolás Maduro en Caracas.
La medida de Trump también despierta la paranoia entre los familiares que están en Europa. En Madrid. En París. En Roma. ¿Y si la Unión Europea adopta una medida similar?
La fuente de la Cancillería no cree que se llegue a ese extremo porque la decisión de Trump es una acción “muy concreta contra Maduro y también contra el régimen en Irán”. Sin embargo, Gerbasi no descarta que la UE tome una línea de actuación parecida.
“No creo que la UE suscriba completamente la medida de Trump. Pero es posible que una parte sí se aplique. Y esto en parte es gracias al TIAR [Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca]”, explica.
Este lunes, en la Asamblea General de Naciones Unidas, 15 países del TIAR (Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana) acordaron la creación de una red operacional para identificar y sancionar a los funcionarios de Maduro relacionados con terrorismo, narcotráfico, violaciones de derechos humanos y lavado de dinero.
Los países del TIAR también se reunieron con los representantes de la UE para analizar estas medidas y Gerbasi no descarta que Bruselas siga esta misma senda. Una buena señal, agrega, es el acuerdo logrado en la ONU entre los gobiernos europeos para ampliar las sanciones de la UE contra siete agentes de los servicios de inteligencia de Maduro responsables de tortura.
“Posiblemente la UE siga la línea del TIAR de luchar contra el narcotráfico, lavadores de dinero y torturadores”, agregó Gerbasi.
Cabe resaltar que, para los funcionarios de Maduro, los viajes a EEUU ya no son lo que eran. “Antes tomaban el avión. De Caracas a Atlanta. De Atlanta a Miami. Pasaban allí unos días para luego acudir a Nueva York a la Asamblea General. Entonces tenían total libertad. Ya no”, explica la fuente de la Cancillería de Maduro.
Agrega que en ese tipo de viajes EEUU es muy riguroso con los países con los que no tiene buena relación. Las visas que concede limitan la actividad en el foro, en este caso de la ONU. Fuera de eso, los diplomáticos tienen que ir a las embajadas y quedarse allí, sin posibilidad de dar paseos, ni siquiera de cenar. En el caso del chavismo la cosa es aún más dura, pues ni siquiera tienen embajada, por lo que se quedan recluidos en un hotel.