Daniel Gómez (ALN).- Elliott Abrams, quien fue enviado especial para Venezuela del expresidenteDonald Trump, celebra la decisión del gobierno de JoeBiden de entregar el Estatus de Protección Temporal a los venezolanos. Algo que “la administración Trump nunca hizo y lógicamente debería haber hecho”.
Crisis económica, política, humanitaria, hambre, escasez, pérdida de poder económico, falta de libertades, falta de derechos, represión, torturas…
Estas son algunas de las denuncias que, durante el gobierno de Donald Trump, tanto el presidente, como otros altos funcionarios, hicieron sobre Venezuela. En aquella administración dejaron claro que el país suramericano no era apto para vivir. Que los venezolanos corrían riesgos. Que estaban amenazados.
Pero mientras condenaban estas condiciones, en Estados Unidos se negaban a concederles la protección temporal. Y eso no sentó bien a todos los funcionarios de la administración. Se sentían hipócritas. Esto se supo este miércoles luego de que el enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams, admitiera en un artículo para el Council on Foreign Relations “que la administración Trump nunca hizo lo que lógicamente debería haber hecho”: conceder el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos en Estados Unidos.
“Trump y muchos otros funcionarios de esa administración, incluyéndome a mí, frecuentemente denunciaron las horrendas condiciones económicas, sociales y políticas en Venezuela, condiciones que llevaron a cinco millones de venezolanos a abandonar su tierra natal. ¿Cómo podía ser posible hacer esas declaraciones y enviar a la gente de regreso allí?”, escribió Abrams.
El diplomático asegura que desde el Departamento de Estado presionaron al Departamento de Seguridad Nacional para detener las deportaciones de venezolanos. Estos últimos les decían que lo estaban haciendo, pero sus esfuerzos no eran suficientes. Hoy se sabe que en la frontera con México hay miles de migrantes del éxodo varados.
“El número de deportaciones fue bajo, pero no cero, a pesar de que una congelación de las deportaciones presumiblemente habría sido una medida popular políticamente”, dijo Abrams.
¿Por qué Trump no entregó el TPS?
En el artículo, el diplomático dio un paso más allá y admitió que en el gobierno de Donald Trump no se entregó el TPS por las posiciones anti-inmigrantes de algunos funcionarios.
“El problema eran los ideólogos anti-inmigrantes en la Casa Blanca y el miedo a ellos en las agencias”, aseguró.
El diplomático ni siquiera exculpa al presidente por haber concedido la Salida Forzada Diferida (DED) a los venezolanos en su último día de mandato. El DED, cabe recordarlo, es una medida similar al TPS, pero no cuenta con un marco legal detrás sino con la bendición del presidente. De ahí la importancia del TPS.
Trump, recordó Abrams, firmó el DED “en su último día en el cargo”. Y si esta acción “se justificó el 19 de enero de 2021, se justificó el 19 de enero de 2020 o 2019 y debería haberse otorgado en ese momento”.
Por todo esto, Abrams celebró la decisión del gobierno de Joe Biden. Gracias a ello, agregó “aproximadamente 320.000 personas podrán quedarse aquí -en Estados Unidos- y trabajar sin temor a ser deportadas de regreso a Venezuela”.
Críticas y advertencias a Biden
Pero en el artículo el diplomático no sólo tuvo buenas palabras para el presidente de Estados Unidos.
Por un lado, critica que en Washington estén abriendo la puerta a una relajación de las sanciones.
“Cualquier funcionario del régimen de Maduro, o funcionario de una compañía petrolera, que lea todo eso probablemente comenzará a salivar ante la perspectiva de que las sanciones están a punto de desaparecer. Si esa no es la impresión que los funcionarios de la administración de Biden querían dejar, deberían haberlo hablado con más cuidado”, dijo Abrams.
Por otro lado, el diplomático negó que el gobierno de Trump tuviera un enfoque unilateral en el caso Venezuela, tal como aseguran desde la administración Biden.
Abrams dijo que eso “es una tontería”, un “partidismo gratuito”, recordando la coalición formada por EEUU, Canadá, la Organización de Estados Americanos e incluso Noruega, agregó, para abordar el caso venezolano.
A las críticas, Abrams sumó una advertencia para los diplomáticos de Biden.
“Lo que esos funcionarios pronto descubrirán es que no tienen una varita mágica. Si realmente piensan que no hubo cooperación internacional en los últimos cuatro años, malinterpretan los desafíos que enfrentan. La coordinación de políticas con, por ejemplo, México, Argentina y Bolivia, y con varios países del Caricom como Santa Lucía, fue y será bastante difícil. Y la coordinación con los países de la Unión Europea sobre las sanciones será dolorosamente lenta. Les deseo suerte y son dignas de elogio la decisión del TPS y las claras denuncias del régimen de Maduro. Pero Venezuela era un tema bipartidista en Estados Unidos y debería seguir siéndolo. Poner fin a los ataques políticos gratuitos y buscar el apoyo bipartidista continuo es el mejor camino a seguir”, sentenció.