Leopoldo Martínez Nucete (ALN).- Donald Trump no cesa en el empeño de imponer una visión socialmente excluyente. Por ello ahora se propone convertir el censo estadístico de EEUU en herramienta para impulsar una agenda política y administrativa que desempoderará a los latinos y las comunidades inmigrantes.
Esta semana Donald Trump ha instruido e iniciado una batalla legal para impedir que los organismos gubernamentales emplazados por el Congreso puedan entregar la información que les fue requerida sobre sus impuestos, con base en el testimonio de su abogado, Michael Cohen, quien denunció prácticas evasivas en sus empresas y en el plano personal.
Pero no sólo se conoció la obstaculización rabiosa a la autonomía de los poderes públicos y el trabajo de las agencias federales, ya asomada en el informe Mueller al tratar el tema de la obstrucción de la justicia (supuesto del cual no exonera al presidente). En su afán por actuar al margen de la ley, la Administración Trump no cesa en su esfuerzo por destruir instituciones a su paso, en el empeño de imponer una visión socialmente excluyente. Por ello ahora se propone convertir el censo estadístico de EEUU en herramienta para impulsar una agenda política y administrativa que desempoderará a los latinos y las comunidades inmigrantes.
Proponer la pregunta sobre ciudadanía en el cuestionario familiar como propone la Administración Trump haría que millones de latinos e inmigrantes se abstengan de participar voluntariamente en el censo, afectando de forma muy clara su exactitud
Para ello se ha propuesto incorporar en el censo de la nación una pregunta sobre ciudadanía, con el fin de marginar a las comunidades inmigrantes por el temor de participar en el mismo, y simultáneamente se ejerce un ataque sistemático contra ellas.
El plan de la Administración Trump viola el mandato constitucional de que se cuente de manera precisa a toda la población residente en los Estados Unidos. Por otra parte, la forma en que el gobierno de Trump agregó la pregunta de ciudadanía al cuestionario del censo viola la ley federal. La inclusión de la pregunta sobre la ciudadanía fue promovida por Steve Bannon cuando operaba en la Casa Blanca, movido por un ánimo discriminatorio contra las comunidades inmigrantes, según informaciones y documentos que el secretario de Comercio, Wilbur Ross (dependencia a la cual está adscrita la Oficina del Censo y las estadísticas de la nación), deliberadamente ocultó al Congreso.
La formulación de la pregunta puede conllevar no sólo la exclusión de migrantes o residentes sin ciudadanía, sino también la adecuada contabilización de ciudadanos, excluyéndoles por la vía de la intimidación a sus familiares o al núcleo familiar. Es preciso recordar que miles de familias migrantes tienen en el seno del hogar hijos o familiares que sí son ciudadanos (incluso nacidos en los EEUU) conjuntamente con padres u otros familiares indocumentados o en trámites de regularización de su estatus migratorio. Proponer la pregunta en el cuestionario familiar como propone la Administración Trump haría que millones de latinos e inmigrantes se abstengan de participar voluntariamente en el censo, afectando de forma muy clara su exactitud.
Los resultados de un censo son increíblemente valiosos para las comunidades, gobiernos locales y las gobernaciones en los Estados Unidos, que dependen de un conteo preciso tanto para su propia planificación como para la asignación presupuestaria de los fondos suficientes para salud, educación y otros programas sociales dentro de un presupuesto federal de casi 900 millardos de dólares que se distribuye según la data del censo.
La totalidad de la población es también la base constitucional para alcanzar la adecuada representación de diputados al Congreso por estado, y la configuración de los distritos electorales; por tanto, un cómputo inexacto facilita el “gerrymandering” y la supresión de potenciales electores; así como la adecuada representación popular por cada entidad federal a la Cámara de Diputados.
Una vez más Trump, siendo Trump, en su intento por socavar la institucionalidad democrática de los EEUU en formas que promueven desigualdades de las que pronto, de continuar su curso, podrían arrepentirse todos los ciudadanos de EEUU.