Redacción (ALN).- El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela (Saime) ha puesto en marcha un proyecto para sustituir su principal documento de identificación, conocido en el país caribeño como cédula, por uno «electrónico», un viejo anhelo del chavismo gobernante y de los ciudadanos.
A continuación, tres claves que rodean el proyecto:
1 – Más datos
Al ser apenas un papel impreso, la actual cédula de identidad de los venezolanos carece de datos biométricos, algo que el nuevo documento aspira a subsanar.
Para ello, además del número de identificación y el nombre, la cédula electrónica incluiría en su chip datos como tipo de sangre, historial médico, dirección de emergencia y la licencia de conducir, entre otros datos importantes.
2 – Mayor vigencia
La cédula venezolana tiene en la actualidad una vigencia de 10 años, pero al ser las electrónicas más caras y difíciles de elaborar, el organismo se plantea extender su vigencia hasta los 20 años. Esta propuesta enfrenta como problema la actualización de la fotografía del rostro de los usuarios, que como es sabido puede cambiar mucho en un década.
3 – Sin fecha prevista
El proyecto no tiene una fecha tentativa de realización, por lo que la cédula electrónica es, por ahora, una idea que está en el aire. Hace casi una década, un proyecto similar fracasó sin que se explicaran las razones.
Lo cierto es que la actual cédula de Venezuela es uno de los documentos más ineficaces de toda la región latinoamericana y apenas tiene elementos de seguridad, por lo que es fácilmente falsificable.