María Rodríguez (ALN).- Desde la Corporación de Estudios para el Desarrollo de Ecuador ven necesario adoptar un programa de ajustes severo en el país tras la segunda vuelta de las elecciones. Reclaman acompañarlo de una “tregua política”. El objetivo es evitar que la economía acabe en una “crisis sistémica”. Gane quien gane en la segunda vuelta de las elecciones de Ecuador del próximo 2 de abril, el futuro gobierno del país heredará una situación macroeconómica sumamente complicada, donde será inevitable adoptar un programa de ajustes severo. Así lo vaticinan abiertamente los expertos, que ya hablan de la necesidad de un “sacrificio nacional” y de una “tregua política” para evitar sumir al país en una “crisis sistémica”. Son peticiones incluidas en el informe La Trampa que Asfixia a la Economía Ecuatoriana, publicado este lunes por la Corporación de Estudios para el Desarrollo de Ecuador (Cordes), y elaborado por Augusto de la Torre, execonomista jefe para América Latina del Banco Mundial hasta finales de 2016, y hoy profesor en la School of International and Public Affairs (SIPA) de la Universidad de Columbia (EEUU), y José Hidalgo, director general de Cordes.
De la Torre e Hidalgo explican en este informe, “más de diagnóstico que de tratamiento”, que la economía ecuatoriana “se encuentra apresada en una trampa compuesta por tres tenazas: una situación fiscal inviable, la contracción económica y la moneda sobrevalorada en términos reales”.
El primer desequilibrio que analizan, el fiscal, lo asocian a la “inviabilidad del abultado gasto del sector público frente a la caída de los ingresos petroleros”. En los últimos cinco años, el gasto público en Ecuador corresponde a más del 38% del Producto Interior Bruto (PIB).
El segundo es un desequilibrio interno y desde Cordes lo vinculan con la contracción de la demanda en el mercado nacional, “que ha llevado a un proceso recesivo y a la destrucción de empleos de calidad”, apuntan. Y el tercero es un desequilibrio externo, “por la sobrevaloración del tipo de cambio real que implica una fuerte pérdida de competitividad de los productos ecuatorianos en los mercados internacionales”, como explican en el informe. Estos factores generan, según los autores, “un círculo vicioso del cual la economía no podrá escapar sin un programa amplio que ataque los tres problemas simultáneamente”.
Cordes acusa al gobierno de Correa de posponer el ajuste económico y aliviar la presión temporalmente
Según De la Torre e Hidalgo, el espacio de maniobra disponible para poner en marcha un programa que mejore la situación económica del país no lo pone fácil, ya que “está restringido por la ausencia de ahorros líquidos (liquidez), por la elevada prima de riesgo del país, una estructura productiva dependiente de la demanda interna, la alta conflictividad política y un contexto externo poco favorable e incierto”. Por este último entienden los expertos los bajos precios de las materias primas, la ralentización del crecimiento en China, las actitudes contrarias a la apertura comercial y en favor del proteccionismo en los países avanzados y la creciente probabilidad de un aumento en la tasa de interés de EEUU, que provocaría la apreciación del dólar.
Por ello, los expertos que firman este análisis creen que el programa económico que necesita Ecuador tras la segunda vuelta de las elecciones requerirá, además del sacrificio inicial de toda la sociedad, de un “gran liderazgo político” y de algún tipo de tregua, también política, “que permita la formación de consensos mínimos y la movilización ordenada de la acción colectiva”.
Esta petición se topa de frente con una sociedad y una política ecuatoriana extraordinariamente polarizadas, tal como lo refleja el proceso electoral que encara la segunda vuelta tras una primera cita muy convulsa.
Para Esteban Nicholls, coordinador de la Maestría de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar, en Ecuador, esta polarización es más una “multipolarización”. Un término que emplea en referencia a la fragmentación que caracteriza a la oposición, cuya unión es la tarea pendiente de Guillermo Lasso, candidato opositor, si quiere ganar en segunda vuelta al oficialista Lenín Moreno.
El porqué de los desequilibrios
Los desequilibrios de Ecuador proceden en especial del colapso del precio del petróleo / Flickr: Agencia de Noticias ANDES
Los autores del informe admiten que los tres desequilibrios de la economía ecuatoriana proceden del colapso del precio del petróleo. A mediados de 2014 éste se desplomó: el barril cayó de 100 dólares (aproximadamente 94 euros) a 20 (19 euros) y hoy está en torno a 56 dólares (53 euros).
Aunque ésta no es la única causa. Según los expertos, la gravedad de la situación actual es el reflejo directo de “enormes vulnerabilidades” gestadas durante el boom de las materias primas, como “la expansión del gasto público y la imprudente falta de acumulación de ahorros”.
De la Torre e Hidalgo insisten además en que “el hecho de no adoptar un plan coherente y creíble de ajuste fiscal se convierte, por omisión, en una política de ‘pan para hoy y hambre para mañana’”. Acusan al gobierno de Correa de posponer el ajuste y aliviar la presión temporalmente, “sobre todo a través de restricciones externas y endeudamiento agresivo”. Asimismo, insisten en que “es una estrategia que claramente dejará el gran problema económico al siguiente gobierno”.
Desde marzo de 2010, cuando la deuda pública alcanzó un mínimo de 15,1% del PIB, ésta ha ido aumentando año tras año a un ritmo mucho mayor que el crecimiento de la economía. La relación deuda pública/PIB llegó al 39,6% en diciembre de 2016. En cuanto al tamaño de la economía, “la deuda pública se duplicó en cuatro años”, apuntan al respecto desde Cordes.
Los desequilibrios: una situación fiscal inviable, la contracción económica y la moneda sobrevalorada en términos reales
Según las previsiones del Banco Central nacional, Ecuador terminará el ejercicio de 2016 con una caída del 1,7%. En declive desde junio de 2015, la economía ecuatoriana recibió la caída más fuerte a principios del año pasado tras sufrir un descenso del -4,1% de enero a marzo.
Deberes para el nuevo gobierno
En el informe, los expertos insisten en que el próximo gobierno debe adoptar de manera frontal y simultánea los tres desequilibrios, teniendo en cuenta la complejidad de los factores condicionantes. “Medidas aisladas y parciales no solo serían insuficientes, sino que también podrían ser contraproducentes”, afirman.
Eso sí, advierten que el programa de corrección de desequilibrios tendrá que ser gradual. El país no tiene la opción de ejecutar un programa de choque porque una de las variables más desequilibradas, la del tipo de cambio real, no puede ajustarse instantáneamente en una economía fuertemente vinculada al dólar.
Esta gradualidad en el programa de ajuste conlleva una gran desventaja en opinión de los expertos: “una brecha de credibilidad que alimenta una actitud de ‘esperar hasta ver qué pasa’ y que demora la recuperación de la inversión”. Para evitarlo, insisten en que se ha de elaborar una hoja de ruta de implementación de medidas y enmarcar el programa económico en un acuerdo con el FMI, para tener el apoyo de los bancos multilaterales de desarrollo (BID, CAF, Banco Mundial).