Leticia Núñez (ALN).- La constructora brasileña, inmersa en una trama de sobornos y corrupción que afecta al menos a 12 países, anuncia que nadie de la familia podrá dirigir la compañía. Se trata de una decisión histórica en una empresa de tradición familiar fundada en 1944. Con Marcelo Odebrecht en prisión, ha sido su padre, actual presidente del Consejo de Administración, el encargado de hacer público el anuncio.
Corría el año 1944 cuando el joven ingeniero Norberto Odebrecht plantó en Salvador de Bahía la semilla de lo que hoy es el gigante de ingeniería, construcción y petróleo Odebrecht. Generación tras generación, son casi 74 años de gestión familiar en un grupo presente prácticamente en todo el mundo, pero para el que no corren buenos tiempos. La compañía ha protagonizado el mayor escándalo de sobornos en América Latina.
Según una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, publicada a finales de 2016, pagó coimas a políticos, funcionarios, empresarios y presuntos testaferros de 12 países: Brasil, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Venezuela, Angola y Mozambique, para obtener contrataciones públicas.
Hoy es el día en que el presidente del Consejo de Administración de la empresa, Emilio Odebrecht, ha puesto fin a 73 años de gestión familiar. A partir de ahora, nadie de la familia podrá presidir el grupo. El anuncio llega con Marcelo Odebrecht, su hijo y uno de los hombres de negocios más poderosos de Brasil, en la cárcel. Ingresó en prisión en marzo de 2016 tras ser condenado a 19 años por el pago de unos 30 millones de dólares en sobornos a funcionarios de la petrolera estatal brasileña Petrobras a cambio de obtener contratos e influencia. Fue hallado culpable de los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir.
Se trata de una decisión histórica. Máxime en una compañía cuyo ADN se remonta al año 1856, cuando Emil Odebrecht llegó a Brasil. Tuvo 15 hijos y fue precisamente el padre de Norberto quien se encaminó hacia el sector de la construcción civil. En 1923, fundó la primera firma, responsable de varias edificaciones en el período entre guerras, en el nordeste brasileño.
El director presidente de Odebrecht deberá tener 65 años como máximo
En los 60, comenzó la expansión hacia el nordeste, después hacia el sudeste y finalmente en 1973 se convirtió en una empresa de actuación nacional, con obras en la mayoría de estados brasileños. Construyeron el Puente Colombo Salles, en Florianópolis, restauraron el Teatro Amazonas, en Manaos… así hasta 500 proyectos. Más tarde, en 1979, Brasil se les quedó ‘pequeño’ y dieron el salto al mercado exterior con la firma de un contrato en Perú y otro en Chile. En 1984, llegaron a Angola y en 1985 las obras en el exterior ya representaban el 30% de los contratos de Odebrecht.
1998 fue un año importante en la historia de la empresa. Norberto Odebrecht se retiró de los negocios para concentrarse en la Presidencia del Consejo de Curadores de la Fundación Odebrecht. Su hijo Emilio Odebrecht asumió la Presidencia del Consejo de Administración de la constructora. Hasta hoy. Ya nadie de la familia presidirá Odebrecht. Se trata de separar a los miembros del clan del liderazgo ejecutivo del grupo.
“Esta decisión representa la voluntad del accionista controlador de promover la separación entre la familia Odebrecht y el liderazgo ejecutivo de Odebrecht S.A., holding del grupo, y deja claro que la asamblea general es el foro donde el accionista controlador puede actuar, interactuar y deliberar”, explicó Emilio Odebrecht en un comunicado enviado a sus 75.000 empleados. De esta forma, la familia estará representada en Odebrecht S.A. por el presidente del Consejo de Administración.
La nota añade que el director presidente será elegido por el presidente del Consejo de Administración entre los directores de Odebrecht S.A. y debe tener 65 años como máximo. También se impone un límite de edad para los consejeros. En este caso, es de 75 años y el mandato tendrá una duración de dos años con reelección para un máximo de cuatro mandatos consecutivos.
Esta significativa transformación emprendida por el grupo Odebrecht, que en 2004 fue elegida como la mejor empresa de ingeniería de América Latina por la revista Global Finance, tuvo un primer capítulo en febrero de este año al crear un rincón de disculpas online, en el que volcó todas sus explicaciones y arrepentimientos por la trama. Fue su particular Muro de las Lamentaciones.