María Rodríguez (ALN).- Con 11 ministras y seis ministros, el mensaje de visibilidad de la mujer en el nuevo Gobierno de España es claro. Pero hay muchos más, como la apuesta por la investigación con el astronauta Pedro Duque en la cartera de Ciencia; un Gobierno europeísta, con perfiles cualificados, serio en los asuntos económicos, que rechaza el sectarismo en la Justicia y con una marcada línea roja frente al secesionismo catalán.
La composición del recién estrenado gabinete de gobierno de Pedro Sánchez está repleta de mensajes. Unos dirigidos a la sociedad española en general y otros más específicos que van directos a la Unión Europea; a las fuerzas independentistas de Cataluña; al Partido Popular, Ciudadanos y Podemos; a los barones próximos a los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero; y hasta a la que fuera rival política de Sánchez para dirigir el PSOE nacional, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía. Los medios españoles destacan que Sánchez promete “un Gobierno modernizador y europeísta”, también subrayan el abultado número de mujeres en el gabinete y que se amplíe de 14 (con Mariano Rajoy) a 17 el número de ministerios.
El astronauta Pedro Duque como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades
Uno de los nombramientos más sonados del gabinete de Sánchez es la incorporación del astronauta Pedro Duque –el primero español-, como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. Este hecho tiene un mensaje intrínseco a la sociedad “de modernidad, vanguardia y de apuesta por la investigación. Duque es un español que ha triunfado fuera, que conoce bien el panorama internacional. Es un personaje muy codiciado para un político”, explica al diario ALnavío José María Marco, profesor de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid.
“Duque es un español que ha triunfado fuera, que conoce bien el panorama internacional. Es un personaje muy codiciado para un político”
11 ministras frente a 6 ministros
En el nuevo Gobierno destaca el predominio de mujeres (11 ministras frente a seis ministros). Nunca hasta ahora el gabinete de un Ejecutivo español se había configurado con tantas mujeres. “Pedro Sánchez quiere dar a entender que el Gobierno se pone al frente de la visibilidad de las mujeres. Las mujeres como punta de lanza de un cambio que va más allá de la incorporación definitiva al mundo laboral. Una mayor igualdad y una redefinición de los papeles. Eso es lo que está sugiriendo o quiere sugerir Sánchez. Que no sólo toma nota de una realidad, indica además una línea política”, comenta Marco.
Perfiles de alta cualificación
Otro factor clave es el de la elevada cualificación de los perfiles elegidos, un mensaje de seriedad y prestigio. Al margen de la trayectoria profesional de Duque, destacan perfiles como el de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que hasta ahora dirigía el Instituto para el Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales, un think tank con sede en París que se dedica a temas de sostenibilidad global. El de la ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz, Isabel Celáa, licenciada en Filosofía, Filología Inglesa y Derecho, catedrática de Lengua y Literatura Inglesa y consejera de Educación, Universidades e Investigación en el País Vasco entre 2009 y 2012. O el de la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, antes directora General de Presupuestos de la Comisión Europea.
Con la ministra Calviño se lanza un mensaje de “seriedad económica”, apunta Marco. “No quiere dejar ninguna duda de que se atiene a las peticiones y exigencias presupuestarias de la UE, que no quiere demagogias ni populismos. Es reivindicar una línea tradicional del PSOE que se vio puesta en duda en tiempos de Zapatero. Una vuelta al felipismo”, recalca el experto.
Un Gobierno europeísta
En la presentación del gabinete, Sánchez destacó el carácter europeísta del Gobierno (además de los vínculos de Calviño con Bruselas están por ejemplo los de Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores y expresidente del Parlamento Europeo). “Este lado europeísta, muy fuerte en el Gobierno, es para distanciarse de Podemos y firmar la fidelidad europeísta del PSOE”, explica Marco.
Por otro lado, “Sánchez quiere tomar posiciones en Europa. Y es posible que sea Francia el socio preferente en lugar de Alemania. Borrell es muy europeísta y muy francófono. Ahí a lo mejor hay una pista de lo que quiera hacer Sánchez en Europa”, recalca el experto.
Un mensaje al independentismo con Borrell
Y con Borrell (contrario al procès catalán) el presidente español también lanza un mensaje hacia el secesionismo. “Sin duda. El independentismo es una línea roja que Sánchez no está dispuesto a traspasar. De todas formas, este Gobierno abre o quiere abrir un espacio de negociación con el guiño de Meritxell Batet (ministra de Administraciones Públicas). Aquí hay doble mensaje”, apunta Marco. Y es que Batet, con un perfil más federalista, contrarresta a Borrell, fuertemente criticado por el secesionismo.
No al sectarismo con el nuevo ministro de Interior
En la cartera de Interior también hay otro mensaje, el no al sectarismo. El juez Fernando Grande-Marlaska pasó de vocal del sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (a propuesta del Partido Popular) a ministro de Interior de un gobierno socialista. Esta decisión “pone a la justicia por encima de ideologías y de la política partidista”, insiste Marco.
Mensajes para los barones de González y Rodríguez Zapatero
También hay mensajes para los barones vinculados a los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ya que varios de los ministros, como la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo; Josep Borrell; la ministra de Defensa, Margarita Robles; y la de Transición Energética, Teresa Ribera, ya trabajaron en sus gobiernos.
“Es un Gobierno que se proyecta hacia atrás de verdad, al PSOE grande, de los 80. De Zapatero recoge el talante, el peso de las mujeres y el Ministerio de Igualdad, aunque podría decirse que eso corresponde más a momentos presentes que a una época zapateril. Lo que es más relevante es la vuelta atrás de verdad, hacia un socialismo liberal entre comillas”, explica Marco.
Mensaje a Susana Díaz, su adversaria socialista
En el gobierno de Sánchez también está la hasta ahora consejera de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, considerada la mano derecha de Susana Díaz. Montero es la nueva ministra de Hacienda. Pero también está en el Gobierno Luis Planas (ministro de Agricultura), que intentó presentarse a las primarias del PSOE andaluz para competir con Díaz, aunque no reunió los avales suficientes. “Díaz es la adversaria más profunda de Sánchez y es verdad que aquí hay un doble mensaje”, opina Marco. Una forma de contrarrestar las fuerzas andaluzas.
“No quiere dejar ninguna duda de que se atiene a las peticiones y exigencias presupuestarias de la UE, que no quiere demagogias ni populismos”
¿Y el mensaje a los demás partidos políticos?
En cuanto al mensaje para los otros partidos políticos, Marco considera que este es un Gobierno para quedarse (pese a que Sánchez hablara de un Gobierno para “los próximos meses”). “Ha conseguido hacerse con la regeneración simbólica. A Albert Rivera (Ciudadanos) le ha dado un golpe brutal porque aspiraba a hacer lo que Sánchez ha hecho. Lo puede hacer después pero ya no será el primero en colocar un Gobierno en el discurso de la regeneración. Ya veremos cómo le sale”, apunta Marco.
El mensaje para el PP es que ahora “tiene que ponerse las pilas y recoger el guante. A Sánchez le gustaría durar para hacer política de verdad. Y aunque no pueda, no sería un fracaso si logra salvaguardar la idea de que el PSOE ha protagonizado el gran cambio que la sociedad española estaba esperando. Aunque tengo muchas dudas al respecto. Eso sí, esta es la retórica. Y esta retórica es buena”, concluye el experto.