Fernando Muñoz (ALN).- El Vaticano se ha distinguido en los últimos tiempos como un agente mediador en casos de extrema necesidad y crisis humanitaria en todo el mundo, y la delicada situación venezolana -propiciada por el régimen de Nicolás Maduro- es uno de esos casos. Es por esto que el debate sobre Venezuela ha girado en torno a la Santa Sede en los últimos meses.
La dura situación que atraviesa Venezuela ha puesto a ese país en el foco del debate internacional. Curiosamente, un Estado en concreto ha centrado la discusión sobre la crisis venezolana de manera especial: el Vaticano, donde varias personalidades internacionales se han dado cita para exponer su punto de vista.
En una información en exclusiva de ALnavío revelamos que el pasado jueves 23 de mayo, mientras los representantes de Juan Guaidó y Nicolás Maduro decidían volver a Oslo para retomar el diálogo, el Vaticano albergaba una reunión con tres personalidades de renombre: el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin; el enviado especial de Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams; y el cardenal de Caracas, Baltazar Porras. El contexto de la reunión era, por supuesto, la delicada situación venezolana y las conversaciones mantenidas por los delegados de Guaidó y Maduro en la capital noruega.
La conversación entre Abrams y Parolin se encaminó hacia la intención mutua de alinearse en una misma estrategia en lo referente a la crisis de Venezuela y a las negociaciones que se desarrollaban en Oslo con la mediación de Noruega. Porras, por su parte, remarcó la necesidad de enviar ayuda humanitaria al país usando los numerosos canales que la Iglesia posee para que la ayuda se haga efectiva y sea distribuida correctamente.
Exclusiva: Reunión en el Vaticano con Elliott Abrams sobre Venezuela
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Poco después de los encuentros en Oslo, una delegación del propio Vaticano viajó a Suecia invitada por el gobierno de ese país para participar en diversas reuniones sobre la emergencia humanitaria en Venezuela. Los detalles de dichas reuniones no trascendieron a los medios pero sí se supo que varios “actores internacionales clave” tomaron parte en el diálogo.
Entre los asistentes a la reunión se encontraban delegados de China, del Grupo de Contacto de la Unión Europea, de las Naciones Unidas y del Grupo de Lima. Del mismo modo estuvo presente Alexander Shchetinin, recién nombrado por el presidente, Vladímir Putin, como enviado especial de Rusia para Venezuela. El propósito de la discusión, una vez más, era el de encontrar una solución al problema venezolano.
Continuando los pasos de Venezuela y el Vaticano encontramos este mismo mes la solicitud realizada por Jorge Arreaza, ministro de Relaciones Exteriores de Maduro, que pidió a la Santa Sede su mediación en el diálogo político “por la paz del país”. Arreaza hizo hincapié en la petición de Nicolás Maduro, dirigida al Papa Francisco a título personal, para que el Vaticano se uniese a cualquier iniciativa que favoreciera y fomentara el diálogo político en Venezuela.
La última gran personalidad internacional en sumarse a la discusión en el Vaticano ha sido el propio Putin. El presidente ruso fue recibido por el Papa Francisco en una audiencia privada en la que se trató la crisis humanitaria venezolana en el marco de otras discusiones de calado internacional, como la paz en Ucrania y la inestabilidad en Oriente Próximo. Francisco, consciente de la fuerte inversión rusa en Venezuela, se reunió con el líder del Kremlin para tratar de ganar un aliado.
Así pues no cabe duda de que el Vaticano se ha convertido en el centro neurálgico de la discusión sobre la crisis venezolana.