Redacción (ALN).- Hace décadas, las abuelas de cada familia preparaban un caldo de huesos que hacía parte de las comidas diarias.
Pero esa preparación se perdió con el tiempo y ahora, después de que muchos médicos e influenciadores fitness hablaran sobre ella, el caldo de huesos ha vuelto a estar de moda.
Para preparar el caldo de huesos se necesitan huesos de buena calidad, vinagre de manzana, verduras opcionales y una olla grande. Se deben cocer los huesos a fuego lento durante al menos 12 horas, añadiendo agua si es necesario.
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Luego, se cuela el líquido y se guarda en recipientes de vidrio en el refrigerador o en el congelador. Se puede consumir solo o como base para otras sopas o guisos.
Según algunas fuentes, esta sopa tiene varios beneficios para la salud, tales como:
El caldo de huesos fortalece las articulaciones
Esta sopa es rica en colágeno, gelatina y aminoácidos que ayudan a mantener el tejido conectivo y prevenir o aliviar el dolor de la artritis.
Mejora la digestión
Este caldo es rico en glicina y glutamina, dos aminoácidos que estimulan la producción de ácido estomacal y fortalecen el revestimiento intestinal, previniendo el síndrome del intestino permeable y sus síntomas asociados.
El caldo de huesos aporta minerales
La preparación contiene minerales como magnesio, fósforo, calcio, potasio y yodo, que son esenciales para el funcionamiento del organismo.
Impulsa la inmunidad
El caldo de huesos hecho con médula ósea contiene nutrientes que favorecen el sistema inmunológico, como la vitamina A, el hierro, el zinc y el selenio.
El caldo de huesos promueve la saciedad
Esta sopa tiene un bajo contenido calórico y un alto contenido proteico, lo que ayuda a prolongar la sensación de saciedad y reducir el apetito a lo largo del día.
Hidrata el cuerpo
Esta preparación tiene un alto contenido de agua y electrolitos, lo que ayuda a rehidratar el cuerpo y mantener el equilibrio de los fluidos.