Daniel Gómez (ALN).- El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, tuvo que trazar un plan para aliviar su gran lastre, los 44.200 millones de euros de deuda que suma la compañía. El directivo transformó y vendió activos. Ahora lo que toca es sacar a Bolsa los negocios más prometedores. Es lo que pasa con la filial argentina. “Los inversores valorarán lo que el presidente prometa en el futuro. Por ahora lo que ven es que el plan es bueno”, dijo a ALnavío Antonio Sales, analista de XTB.
En Telefónica cambia todo menos la deuda. Se situó en 44.200 millones de euros al cierre de 2017, casi 3.000 millones por encima de su valor bursátil. Una pesada carga con la que José María Álvarez-Pallete ha tenido que lidiar desde que llegó a la presidencia de la teleco en abril de 2016.
La última solución del directivo pasa por el mercado, por sacar a Bolsa aquellas filiales que ofrezcan buen rendimiento y generen confianza entre los inversores. Una de ellas es la argentina, por el momento controlada 100% por capital de Telefónica.
Según reveló este lunes la agencia Reuters, la operadora comunicó al regulador argentino la convocatoria de una asamblea general ordinaria y extraordinaria el próximo 16 de abril en la que pedirá permiso a los accionistas para salir al mercado bursátil deBuenos Aires.
De acuerdo con la información de Reuters, un portavoz de Telefónica apuntó que la teleco “analiza distintas opciones para poner en valor su cartera de activos, entre las que se encuentra Telefónica Argentina”. No dio más detalles.
Para Antonio Sales, gerente de cuentas de la casa de análisis XTB, especializada en Bolsa, este movimiento permitirá a Telefónica cumplir su objetivo principal: “Optimizar y reducir la deuda”, dijo al diario ALnavío.
Hay motivos para que los inversores confíen en el negocio de Telefónica en Argentina. Después de Brasil, es el segundo mercado latinoamericano más importante. En 2017, los ingresos se incrementaron 32,5% respecto a 2016 hasta situarse en 3.495 millones de euros.
En lo que respecta a Argentina, el país todavía tiene retos por delante. Uno de ellos es la inflación. El índice de precios alcanzó 25% en febrero, y cifras así de altas siguen lastrando la facturación de la multinacional española, según reconoció Telefónica en el informe anual de cuentas de 2017. Pese a todo, guardan la esperanza de que el Ejecutivo de Mauricio Macri encauce la situación.
“En Argentina, la agenda del Gobierno se centra en la corrección de los desequilibrios macro-financieros existentes y en la recuperación de la confianza internacional. Las elecciones legislativas del mes de octubre confirmaron los buenos resultados de la coalición de gobierno”, precisó Telefónica en los estados financieros.
Álvarez-Pallete busca la confianza perdida
Hubo un tiempo de euforia entre los inversores de Telefónica. La acción llegó a cotizar a 23 euros en noviembre de 2007, mientras que hoy le cuesta superar los 10. Aquella fue la época dorada. La época de la histórica compra de la británica O2 por 26.000 millones de euros en 2005. También de los 7.000 millones de euros que cinco años más tarde pagó por Vivo para consolidarse como número uno en Brasil.
Telefónica creció a golpe de talonario, y luego pagó las consecuencias. La deuda, el eterno problema. El gran desafío de Álvarez-Pallete. Un reto que requiere soluciones. Una de ellas es la citada salida a Bolsa. Las otras subyacen en el discurso.
“Por ahora, lo que ven los inversores es que el plan de Telefónica es bueno”
“Lo que busca el inversor es un proyecto de empresa. Los inversores valorarán lo que el presidente prometa en el futuro. Por ahora, lo que ven es que el plan es bueno, y lo probable es que en el medio plazo la acción de Telefónica se estabilice en el doble dígito”, precisó el analista de XTB.
En aras de ganar esa confianza, de demostrar que la deuda está controlada, de que la firma tiene una visión, el mejor ejemplo es el mensaje de Álvarez-Pallete en la presentación de resultados el pasado febrero. “Estamos creciendo de forma sostenible y eso es lo que nos permite reducir la deuda. En 2017 hicimos una reducción de 4.400 millones de euros”, dijo el presidente de Telefónica.
En ese discurso, Álvarez-Pallete destacó la refinanciación de al menos 30% de los compromisos adquiridos, para alargar la vida media de la deuda más de ocho años. Además, destacó que los vencimientos de los próximos dos años ya están cubiertos.
Más allá de lo financiero
En el discurso del directivo también hay una cuestión filosófica. Las cosas están cambiando. Es la transformación digital que tanto predica. Una revolución que afecta todo. Los modelos de trabajo, los procesos, las inversiones.
De hecho, cuando habla en público obviamente alude a datos, pero no se queda sólo en lo financiero. Trata de ir más allá. De ofrecer una visión de futuro, de aclarar un horizonte por el que apostar, de dejar claro eso que resalta el analista: “Un proyecto de futuro”.
Pero obviamente, no todo es el mensaje. También importan las acciones. Algunas no se han podido llevar a cabo, como fue el caso de la frustrada venta del negocio en Reino Unido. Otras, en cambio, sí llegaron a buen puerto. Fue el caso de la venta de una parte (40%) de Telxius, la filial de cables submarinos e infraestructura de la teleco, al fondo KKR el año pasado.
Por esta operación Telefónica logró 1.275 millones de euros para rebajar la deuda. “Lo que está persiguiendo la empresa es focalizarse en activos que puedan repercutir de forma positiva en su balance, desinvirtiendo, por tanto, en aquellos que no mejoren el rendimiento operativo”, explicó Sales.