Redacción (ALN).- José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de la empresa de telecomunicaciones española, afirma que no se puede entender a Telefónica sin su presencia en Latinoamérica “ni ahora ni dentro de unos años”. Cuenta con 135,9 millones de clientes en la región. El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, afirmó este jueves que no se puede entender a la compañía de telecomunicaciones sin la presencia que tiene en América Latina. “Ni ahora ni dentro de unos años”, recalcó en el foro Spain Summit, organizado por The Economist. Para el directivo, continuar en Latinoamérica es lo que les da “la escala” y les hace tener más de 350 millones de clientes, de los cuales 135,9 proceden de la región.
Tras asegurar que en la firma española creen firmemente en el futuro de América Latina, señaló que si otras compañías hubieran podido reconsiderar su decisión de abandonar la región lo habrían hecho, según Europa Press.
Asimismo, enfatizó que han invertido “más que nadie” en la región, en torno al 16% de la facturación en los últimos años, y que se trata de licencias a 20-25 años. “Las inversiones que hacemos no son capital que entre y salga” de la región, agregó, tal como recoge la agencia EFE.
Las inversiones que hacemos no son capital que entre y que salga”, dijo Álvarez-Pallete
Con estas declaraciones, el CEO de la compañía hacía una referencia indirecta a la decisión del Gobierno argentino de autorizar el pasado 9 de marzo la entrada en el mercado 4G de la compañía de telefonía Nextel, competencia directa. Con esta nueva legislación, la firma perteneciente al Grupo Clarín entra en el negocio de la telefonía móvil sin necesidad de invertir en infraestructuras, como sí hicieron sus competidores. Algo con lo que distintos miembros de Telefónica se han mostrado muy críticos.
El gigante de las telecomunicaciones no pasa por su mejor momento en América Latina. En 2016, la división de Telefónica Hispanoamérica registró una caída de ingresos de un 12,6%, convirtiendo a Latinoamérica en la región donde más cayeron.
Brasil fue la excepción. Allí elevó el beneficio neto un 22,6%. Según el informe de las cuentas anuales, tuvo unas ganancias de 4.080 millones de reales, es decir, 1.255 millones de euros (alrededor de 1.319 millones de dólares). Todo ello en el peor año de Brasil. En el plano económico, el Producto Interior Bruto (PIB) cayó en más de tres puntos. Y en el político, el Senado votó a favor de la destitución de Dilma Rousseff.