Daniel Gómez (ALN).- LUCA, la unidad de big data de Telefónica, proporciona los datos de un paquete contra catástrofes naturales que hoy usan múltiples ONG y Estados. Este plan nació de los datos que recabó la teleco española en los terremotos, inundaciones y desprendimientos que hubo en Colombia en 2015.
Asegura el argentino Gustavo Ariel Schwartz, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que los big data lo cambian todo. Dijo este miércoles en la conferencia T+, celebrada en la Casa de América de Madrid, que “esta tecnología no sólo permite responder viejas preguntas, sino formular otras nuevas”. Esto es justo lo que está haciendo Telefónica.
Con el procesamiento de datos a gran escala, la teleco española ha conseguido, por ejemplo, elaborar sistemas de alarma contra catástrofes naturales que hoy usan Estados y ONG.
Elena Gil, directora de LUCA, la unidad de big data de Telefónica, señaló en la charla que a raíz de tres calamidades que sufrió Colombia en 2015: el terremoto de Los Santos, el desprendimiento de Salgar y la inundación de San Miguel, definieron un plan que hoy pone en marcha Unicef en todo el planeta.
Este plan es posible porque, por ejemplo, cuando se produce un terremoto, Telefónica es capaz de ubicar el foco en tiempo real gracias a su red de antenas. Según Gil: “Ante este tipo de situaciones lo primero que hace la gente es comunicarse con los familiares y amigos por teléfono y datos móviles. Por tanto, la actividad de antena aumenta y eso nos permite localizar al momento el incidente”.
Gracias a la geolocalización, se activa la segunda parte del plan: la respuesta. Un paquete de actuación ya definido gracias a los datos que Telefónica recabó, en este caso, en Colombia y procesó luego con el Gobierno y las Naciones Unidas.
La última parte del plan es la recuperación de las zonas afectadas. Con los datos obtenidos entonces, Telefónica tiene una hoja de ruta de cómo reestablecer los equipos afectados, y al mismo tiempo, facilita al Estado y a las ONG, en caso de que sea necesaria, la reconstrucción.
Así es como Telefónica convierte el big data en una herramienta real y efectiva. “Con los datos tenemos mejores sistemas de alerta temprana, capacidad de respuesta y una mejor monitorización de la fase de recuperación”, sentenció Gil.
El negocio del big data
El big data en Telefónica también modificó la manera de hacer negocios. Compañías tecnológicas como Amazon, Airbnb y Netflix lideran hoy el mercado por cómo gestionan y procesan los datos. Consciente de ello, la empresa española no ha querido quedarse atrás.
“Gracias al big data se pueden tomar mejores decisiones”, señaló Gil. “Primero podemos establecer una estrategia objetiva basada en datos y no en la opinión de la persona que más mande en la reunión. Y segundo, podemos conocer mejor a nuestros clientes y ofrecerle una respuesta personalizada”, agregó.
Telefónica: “Si a los clientes no se le da exactamente lo que necesitan, se van”
Como puntualizó la directora de LUCA: “Si a los clientes no se les da exactamente lo que necesitan, se van”. Pasa con las personas y también con las pymes con las que opera Telefónica. Muchas pequeñas y medianas empresas que no pueden costearse unos servicios propios de big data, recurren al universo digital de Telefónica. “A través de nuestro cloud (nube) podemos lograr que esas pequeñas empresas no tengan que hacer grandes inversiones para acceder al big data”, dice Gil.
Tanto la prevención de terremotos, como los mejores servicios para pymes no son otra cosa que respuestas a esas viejas preguntas de las que hablaba Gustavo Schwartz. Y ahora es cuando aparecen esas nuevas cuestiones.
Como dijo la directora de LUCA, “del big data confluyen conceptos como el smart city (ciudades inteligentes), smart factory (industria inteligente), smart home (hogar inteligente). Y, por último, el mundo de la estrategia artificial, que no es nuevo, pero el big data es lo que necesitaba para pasar de lo académico, de la ficción, a la realidad”.
Los problemas del big data
El big data ya está instalado. Y como toda nueva tecnología, está generando problemas. No obstante, los dos que subrayó Elena Gil se alejan de los tópicos tecnológicos.
El primero es el acceso al talento. “El talento es muy escaso. Necesitamos científicos de datos, arquitectos de datos, ingenieros de datos. Personas capaces de trabajar con esta complejidad y extraer valor. Son perfiles que antes no existían y que además las empresas nos vamos robando”.
El segundo es un tema cultural. “La cultura es difícil de cambiar. Las empresas estamos acostumbrados a trabajar en silos. Lo digo por el caso de mi empresa. Los de marketing, por ejemplo, que sólo son para ellos. Y en este mundo donde la información es poder hay que darse cuenta de que el dato es un activo de toda la empresa”.