Daniel Gómez (ALN).- El Ejército venezolano es más poderoso que el colombiano, según el Gobal Firepower Index 2019. No es tan numeroso, pero sí está mejor armado. Y en eso tienen mucho que ver chinos y rusos. Sin embargo, Nicolás Maduro tiene un problema. Sus aliados. En eso Colombia le gana, y por mucho.
Dice Nicolás Maduro que el gobierno de Colombia “no quiere la paz, quiere la guerra, quiere violencia”. Así que Maduro se prepara para dársela.
El presidente colombiano, Iván Duque, siempre dijo que no quiere un conflicto armado con Venezuela. “No es la solución”. Este es su mensaje. Y, de momento, lo mantiene.
Maduro anunció este miércoles el despliegue de la Fuerza Armada en la frontera con Colombia. “Desde el Zulia, el Táchira, Apure, hasta el Amazonas”
“Demos ponernos en alerta. Debemos desplegar nuestras fuerzas. Y decirle al mundo que Venezuela es un territorio de paz. Soberano. No aceptaremos una agresión jamás”, agregó Maduro. “El país espera mucho más de ustedes. Espera todo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.
Los tambores de la guerra suenan con más fuerza en Latinoamérica. Con el regreso de las FARC, Maduro encontró la excusa que le faltaba para pasar al ataque. Todo comenzó en 2017 cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a Maduro, que ya estaba destrozando el país, que todas las opciones están sobre la mesa. Un año después, en septiembre de 2018, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, siguió el discurso de Trump y dijo: “No descartamos ninguna opción”. Un periodista le preguntó si también barajaba la opción militar y dijo que sí.
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Hoy tampoco las descartan, pero lo cierto es que todos los esfuerzos de la comunidad internacional han pasado por una solución política a la crisis de Venezuela. Aunque ahí están las palabras del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de EEUU, quien dijo estar preparado “para hacer lo que sea preciso”. Incluso un bloqueo naval a Venezuela.
El caso es que ya Maduro tiene su excusa. Una excusa que él mismo cocinó. Colombia y Estados Unidos, también Argentina y el propio equipo de Juan Guaidó, afirman que el régimen venezolano está brindando apoyo a los guerrilleros colombianos. A las FARC y al ELN. No es nuevo. El expresidente Hugo Chávez también lo hizo. Aun así, Maduro lo niega. Se ofende. Dice que él trabaja por la paz. Y lo llamativo es que hace un mes en el Foro de Sao Paulo dijo que el líder de estas nuevas FARC, Iván Márquez, y también Jesús Santrich, eran bienvenidos en Venezuela.
Los ejercicios militares en la frontera están previstos para el 10 de septiembre. El almirante en jefe, Remigio Ceballos Ichaso, responsable del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada, es el elegido por Maduro. Este personaje ha cobrado protagonismo en los últimos meses. En julio pasó de simplemente figurar en el Alto Mando de Maduro a ocupar la primera plana política ofreciendo un discurso en la Asamblea Nacional Constituyente. Allí insistió en la unidad de la Fuerza Armada. Ahora tendrá la oportunidad de demostrarlo.
La historia deja dos episodios recientes en los que la Fuerza Armada de Venezuela se desplegó en la frontera con Colombia. En 1987 una corbeta de la Armada de Colombia entró en aguas del Golfo de Venezuela. El episodio desató una crisis diplomática que obligó al entonces presidente venezolano, Jaime Lusinchi, a tomar acción. En menos de 24 horas allí estaban las tropas, con las trincheras cavadas desde el Zulia hasta el Amazonas. No hubo conflicto, pero la Fuerza Armada hizo gala de una rápida respuesta.
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El otro episodio tiene a Chávez como protagonista. En 2008 envió 10 batallones militares a la frontera luego de que el Ejército colombiano matara en territorio de Ecuador, el Ecuador de Rafael Correa, aliado de Chávez, al entonces portavoz de las FARC, Raúl Reyes. Aquella movilización resultó en fracaso. Los batallones ni siquiera llegaron a la frontera.
El 10 de septiembre Maduro tendrá la ocasión de demostrar el poderío de la Fuerza Armada. Su capacidad logística. Su capacidad de organización. Sus equipos rusos. Sus materiales chinos. ¿Y si Colombia responde y hace lo mismo? Así son sus ejércitos:
Venezuela
El Ejército venezolano es el quinto más potente de la región, según el índice de referencia de Global Firepower Index 2019. Destacan sus alianzas militares con Rusia y China, gracias a las cuales opera sistemas de defensa como los S-300VM rusos, sistemas de misiles Buk-2M y Pechora-2M soviéticos, y aviones chinos como el Hongdu JL-8. La gran debilidad de los venezolanos se encuentra en el apartado naval, cuyos activos se encuentran obsoletos y faltos de mantenimiento. Luego están sus aliados. Como dice la investigadora del Real Instituto Elcano, Mira Milosevich, Rusia no está capacitada económicamente para financiar una aventura militar en otro continente. Luego está China. Sus lazos con Venezuela son económicos. Pekín no anda interesado en ninguna guerra. Y menos en Venezuela. Por eso lo único que le queda a Maduro son sus dos incondicionales en América Latina: Cuba y Nicaragua, cuyas capacidades militares andan debilitadas y obsoletas. No hay que olvidar a los 20.000 cubanos que hay en el país y a los que Julio García, jefe de las misiones cubanas en Venezuela, definió como “soldados dispuestos”.
Colombia
El ejército colombiano es el segundo más numeroso de América Latina, pero el sexto más potente de la región. Está justo por detrás de Venezuela. El país forma parte de la OTAN y tiene experiencia en combate ya que luchó 50 años contra las FARC, aunque también es cierto que no la pudieron vencer. Manejan sistemas antiaéreos estadounidenses como el FIM-92 Stinger y blindados de combate como el EE-09 Cascavel de Brasil. Aunque su potencial luce más débil que el venezolano, en los aliados Colombia se refuerza. La primera potencia militar del mundo, Estados Unidos, está alineada con el gobierno de Iván Duque. La otra gran fuerza militar del continente, Brasil, también es aliado de Duque. Y lo mismo ocurre con la tercera, Argentina. Y con la cuarta, Perú.