Nelson Rivera (ALN).- A finales de octubre tuvo lugar un hecho que, en buena medida, no se ha comprendido del todo: Arabia Saudí le concedió la nacionalidad a un robot de nombre Sophia, que fue presentado en marzo de 2016 por Hanson Robotics, la empresa que lo creó. Esta acción, divulgada por numerosos medios de comunicación como una especie de evento curioso, es mucho más que eso: probablemente sea la más significativa advertencia de que una vida donde humanos y robots convivirán en el planeta no está lejos. Al contrario: es inminente.